El embarazo es una etapa en la que la futura mamá necesita unas cantidades de nutrientes específicas para mantener su nivel de energía y que el bebé crezca sano y fuerte. Por eso en este periodo es muy importante que las embarazadas cuiden de manera especial su alimentación.
Durante la gestación, no conviene hacer dietas extremas; sin embargo, comer bien no significa comer mucho. La clave está en prestar atención a los alimentos básicos (lácteos, carne, pescado, huevos, pan, cereales, frutas, verduras...), comer varias veces al día y beber abundantes líquidos.