Las variaciones hormonales afectan a las mujeres embarazadas, pero también sus vivencias y lo que vendrá con el nacimiento del bebé afectan el estado de ánimo de la futura mamá.
En el embarazo no todo es felicidad. Algunas mujeres deben lidiar con problemas económicos, el discusiones con el padre del bebé o conflictos familiares, que no esperan, y que durante esta etapa son más difíciles de afrontar.
Debido a los cambios emocionales en el embarazo, la sensibilidad es más intensa durante las primeras 12 semanas de gestación, pero conforme te adaptas a los cambios hormonales y aprendes a sobrellevar las preocupaciones, tus días serán menos estresantes.
Manten la calma y no dejes que el cansancio, las molestias físicas o las típicas náuseas aumenten tu fastidio. Intenta vivir este tiempo con esperanza, pero si te es complicado controlar aveces las ganas de llorar, no las reprimas, desahógate en compañia de alguna persona de tu confianza.