Cambios en el cuerpo de la mujer: la digestión


El crecimiento del útero, impulsado por el crecimiento de tu bebé, es la transformación fundamental que provoca el resto de cambios en la mujer embarazada. Al ir aumentando de tamaño, el resto de órganos tienen que comprimirse para dejar espacio suficiente al feto, al líquido amniótico y a la placenta. Sin embargo, en el caso del sistema digestivo, es el efecto de las hormonas lo que más perturba su funcionamiento y el que normalmente provoca  ciertas molestias.

Boca

La secreción de saliva aumenta repentinamente al principio del embarazo. Las encías se vuelven más sensibles y sangran durante el cepillado. Los complementos de calcio, fósforo o flúor, que recomiendan algunos médicos de forma preventiva durante el embarazo, no protegen contra las caries dentales, que son, al parecer más frecuentes durante este periodo.

Por ello, hay que limitar el consumo de azúcar y seguir cepillándose los dientes tres veces al día después de las comidas. Es conveniente visitar con regularidad al dentista para que detecte y trate las caries durante la gestación. Si fuese necesario, se pueden efectuar radiografías dentales con ciertas precauciones. Recuerda que tener una buena dentadura garantiza una mejor digestión.

Esófago - estómago

Alrededor del cuarto mes de embarazo puede aparecer una sensación de ardor que surge del estómago y sube por el esófago hasta la garganta. Se trata de la pirosis, fenómeno que persistirá hasta el parto y que muchas veces se agrava cuando se está acostada. Se debe a un mal funcionamiento momentáneo del sistema que impide que los alimentos ingeridos retornen y vuelvan a subir.

Bajo la influencia de una hormona especialmente activa durante el embarazo, la progesterona, el estómago se vuelve más perezoso, menos tónico, y esto provoca a veces las náuseas que suelen tener algunas mujeres embarazadas. Los alimentos están más tiempo en el estómago, que se vacía con mayor lentitud; de ahí esa sensación inmediata de estar llena cuando se come.

Los intestinos

Al igual que el estómago y la vesícula biliar, los intestinos se distienden por efecto de la progesterona. El transito digestivo se ralentiza y puede generar una tendencia al estreñimiento que se puede combatir con una alimentación adaptada. Este inconveniente puede, no obstante, tener un aspecto positivo: la lentitud de la digestión favorece la absorción por parte del organismo de los elementos nutritivos de los alimentos.

© 2008 - 2024 () elembarazo.net. Todos los derechos reservados.

o

Inicia Sesión con tu Usuario y Contraseña

o    

¿Olvidó sus datos?

o

Create Account