Carta a unos padres primerizos


Llegó el momento más esperado tras nueve meses de incertidumbre y de alguna noche de insomnio, te espera como el dicho popular dice, un minutito corto, y poder contemplar lo que tanto has anhelado durante toda la gestación, ver la cara de tu hij@.  El sexo posiblemente ya lo sabías, pero si no es así, es lo que menos importa, seguro que lo primordial es que “lo tenga todo bien formado” este interrogante ahora, gracias a las ecografías tridimensionales de alta resolución, se producen cada vez menos ya que es raro tener sorpresas en el momento del parto pero por mucha técnica moderna, lo mejor es verlo fuera bien formado.

Por otro lado como siempre decimos los pediatras, es fundamental ese llanto espontáneo nada más cortarle el cordón umbilical, lloro que nos suena a grito celestial indicativo de que la adaptación del bebé ha sido la correcta. Estímulos para que llore son muchos y variados pero entre otros el recién nacido se encuentra con una temperatura mucho más baja de la que estaba acostumbrado intraútero, de la oscuridad total pasa a la luz potente del foco del paritorio, de la ausencia de gravedad pasa a notar que la cabeza y los miembros le pesan, del silencio al bullicio de la sala de parto y por si fuera poco estrés, encima muchas veces le sometemos a técnicas de pinchazos y sondajes molestos pero también es verdad que cada vez son más los partos naturales, donde se intenta molestar lo menos posible al bebé y se le aproxima nada más nacer a la madre, piel con piel, lo que va a disminuir la hipotermia y va a favorecer el inicio precoz de la lactancia materna.

La mayor parte de veces el bebé mide unos 50 centímetros, pesa cerca de 3 kilos y su corazón late alrededor de 150 veces por minuto. Es vuestro hijo, que acaba de llegar a la vida. Ha crecido en el útero materno durante 9 meses y ahora tenéis que cuidarle vosotros. El primer mes será determinante para él, y aunque os parezca pequeño y vulnerable, cuenta con un fuerte instinto de supervivencia que le ayudará a adaptarse a su nuevo entorno.

Transcurrido el primer minuto de vida, se realiza el test de APGAR, un método que sirve para valorar la vitalidad del bebé. Se examinan cinco aspectos: la frecuencia cardiaca, la respiración, el tono muscular, los reflejos y el color. Cada uno de ellos se valora de 0 a 2 puntos, siendo 10 la puntuación máxima. El test se repite a los 5 minutos y si la puntuación es baja el pediatra investigará la causa y actuará en consecuencia.

El siguiente paso es cortar el cordón umbilical. La parte sobrante es una fuente valiosa de información y se puede analizar para conocer, por ejemplo, el grupo sanguíneo y el factor Rh. Además en la actualidad podemos guardar células que en un futuro podrían ser utilizadas en alguna enfermedad rara que pudiera afecta a  nuestro hijo.

Debido a la hipotermia las uñas pueden presentar un aspecto morado en las primeras horas de vida. Para prevenir la llamada Enfermedad Hemorrágica del Recién Nacido, que conlleva un cuadro de hemorragias fundamentalmente digestivas, se inyecta en el muslo del bebé una dosis de vitamina K.  También se le realiza una profilaxis ocular mediante un colirio. Así se evita la aparición de un tipo de conjuntivitis que puede afectar al recién nacido. Luego se pesa al bebé y se le viste rápidamente para que su temperatura no baje. Ahora sólo queda tomarle la huella del pie derecho, que se pondrá en una hoja junto a la huella de la madre, y colocarle una pulsera identificativa.

Ya hemos pasado lo peor, hemos visto a nuestro bebé y el pediatra lo ha reconocido y evaluado. En el mismo paritorio ya le administramos una serie de sustancias para prevenirle de problemas neonatales inmediatos. En la actualidad no bañamos al bebé nada más nacer, la grasa que le envuelve la respetamos ya que es importante como manto que actúa como abrigo y como protector de infecciones, a las pocas horas se irá desprendiendo y desaparecerá sin dejar huella. Una vez vestido el recién nacido, con gorro incluido ya puede descansar en su cuna, a la espera de reunirse con la madre en la habitación. Este es un momento muy especial para vuestro hijo, ya que será el primer instante que permanezca solo desde su nacimiento y lo aprovechará para hacer su propio descubrimiento del mundo.

En la actualidad todos los bebés son vacunados nada más nacer frente a la hepatitis B. La vacuna se administra por vía intramuscular en el muslo y se  repetirá a los 2 y 6 meses. Si la madre tiene positivo el antígeno de la hepatitis B, además de la vacuna se le proporcionará al niño una dosis de gamma globulina especifica frente a dicha enfermedad, con esta medida, el recién nacido podrá tomar lactancia materna sin problemas.

El meconio es el nombre que reciben las primeras heces del bebé. Son viscosas, negras e inodora y están compuestas de líquido amniótico, moco y bilis, entre otras sustancias. Suelen expulsarse durante las 48 primeras horas de vida. A partir del tercer o cuarto día las deposiciones van cambiando de color haciéndose verdosas y finalmente amarillentas, más líquidas y malolientes, dependiendo del tipo de lactancia que tome el bebe. Saber que la lactancia materna es un purgante muy efectivo que ayudará a eliminar estas primeras deposiciones.

Hay un trámite que no podéis olvidar: el bebé tiene que estar inscrito en el registro civil de vuestra ciudad pasadas las 24 horas de vida y antes de que acabe el primer mes. Aunque si queréis ahorraros trámites innecesarios, os conviene hacerlo en los 8 primeros días. En la maternidad os entregarán los impresos que hay que rellenar y a los que deberéis adjuntar la siguiente documentación: el DNI del padre y de la madre, el libro de familia y el parte hospitalario firmado por el médico o la matrona.

Ahora ya sabéis un poco más sobre los cuidados del recién nacido. Pero no olvidéis cuidaros vosotros también. Procurad descansar mientras duerme y  disfrutad de él. Actuad de una manera natural, siguiendo vuestro instinto y dejando que el niño os vaya pidiendo lo que necesita. Es más inteligente de lo que parece.

Con el paso de los días aumentará de tamaño y estará más tranquilo, notaréis cómo va reconociendo vuestra voz y responde a vuestros estímulos. Aprovechad para conocerle, dejad que él os conozca: habladle, acariciadle y hacerle notar que le queréis y estáis a su lado. Es realmente lo que más necesita.

Desde este foro quiero poner a la disposición de los padres un DVD titulado Bienvenido a la vida 1er Mes “Manual de Instrucciones para padres primerizos” el cual está avalado por la Sociedad Española de Neonatología de la Asociación Española de Pediatría en el que encontrareis respuesta a todos estas dudas que os vais a plantear durante el embarazo y las primeras semanas después del parto.

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