Cómo detectar un embarazo psicológico

¿Has tenido un embarazo psicológico? En estas situaciones las mujeres que sufren este trastorno psicológico pueden llegar a experimentar algunos síntomas del embarazo, como por ejemplo, náuseas y vómitos, aumento de peso o modificaciones en los pechos. Además, un embarazo psicológico puede retrasar la menstruación y provocar que la mujer tenga una sensación subjetiva de movimiento del bebé en el vientre, aunque esto no suceda realmente. Entonces ¿cómo se detecta un embarazo psicológico? ¿Existen pruebas médicas que ayuden a diagnosticarlo? Resolvemos estas cuestiones a continuación.

Para saber si tienes un embarazo psicológico es fundamental que observes qué cambios se producen en tu cuerpo y que intentes ser consciente de tu obsesión por un embarazo. Pero, sin duda, la mejor forma de detectar un embarazo psicológico es a través de una prueba de embarazo en sangre. Gracias a un análisis de sangre, el médico podrá valorar los resultados y medir el nivel real de hormonas de tu cuerpo. Un análisis de orina no sería suficiente, ya que en un embarazo psicológico el test puede dar positivo, algo que podría dificultar el diagnóstico del falso embarazo.

Asimismo, para descartar o confirmar el embarazo psicológico tu ginecólogo también podría realizarte una ecografía en la que visualice el estado de tu útero.

¿Existen algún tratamiento para el embarazo psicológico?

Como ya hemos comentado, los síntomas de un embarazo psicológico son similares a los de un embarazo normal. Puede que te sientas mareada durante unos días, tengas náuseas matutinas y, poco a poco, empieces a aumentar de peso y a sentir que el volumen de tus pechos va incrementándose. Pero, ¿existen algún tratamiento para el embarazo psicológico? ¿Es posible superarlo en poco tiempo?

Según la opinión de los expertos, el embarazo utópico es un problema psicológico que requiere tratamiento profesional. La terapia a la que puede derivar el médico es terapia psicológica, donde se abordaría la creencia de estar embarazada y se trabajarían las causas del problema (bajo estado de ánimo, creencias acerca del embarazo, ganas o miedo a quedarse embarazada...) junto con actuaciones médicas que traten los desajustes endocrinos que han provocado los síntomas físicos.

Es posible que tu médico te aconseje acudir a terapias individuales o grupales. También es importante compartir tus emociones con amigos o familiares. El apoyo es esencial para superar un embarazo imaginario.