Consejos para practicar yoga prenatal

Los profesionales expertos en técnicas de yoga para embarazadas nos facilitan los siguientes consejos para practicar yoga prenatal para evitar problemas durante la ejecución de los ejercicios. Aprovecha al máximo de sus beneficios e infórmate adecuadamente antes de iniciar el entrenamiento.

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Recomendaciones para iniciarse en las clases de Yoga prenatal

Sea cual sea el trimestre del embarazo en el que te encuentres, y tanto si has practicado yoga con anterioridad o estas comenzando, no olvides practicarlo de forma suave, y en un lugar tranquilo y cómodo. Presta atención a los siguientes consejos y ponlos en práctica para realizar las posturas de yoga para embarazadas y sentirte bien en esta etapa tan delicada de tu vida:

• Empieza con un entrenamiento sencillo para principiantes, y ve introduciendo movimientos más complejos de forma progresiva, a medida que tu cuerpo se va acostumbrando.
• Después del primer trimestre considera distanciarte de los ejercicios en posición cubito ventral (boca abajo) ya que esto puede producir que el flujo sanguíneo hacia el útero se vea reducido.
• Bebe continuamente agua (antes, durante y después del ejercicio). Y no olvides mantenerte serena, respetando cada segundo las características propias de la respiración del yoga, disminuyendo el ritmo de la práctica cada vez que tu cuerpo lo pida.
• Mientras cambias de un ejercicio a otro, hazlo con cautela. Quizá  puedes apoyarte sobre la pared o ayudarte de una silla que te sirva de soporte si pierdes el equilibrio.
• Observa y mantente siempre atenta a la posición de tu cuerpo. Si te sugieren inclinarte hacia delante, realiza la flexión desde las caderas nunca desde la espalda. Asimismo al girar proyecta primero tus hombros, y evita de este modo la presión sobre el abdomen
• Evita estirar excesivamente la zona abdominal, ya que el crecimiento del útero durante el embarazo puede tornarse sensible frente a los ejercicios de elongación y producirte un desgarro.
• No insistas en aquellas posturas que te incomoden o te causan molestias.

Consulta con tu médico antes de comenzar la práctica de este tipo de deporte, y si conoces algún centro específico para mujeres en estado, o monitores especialistas, sería lo más conveniente. Siempre es mejor ponerse en manos de profesionales.