¿Sabías que las infecciones urinarias son una de las patologías más frecuentes en el embarazo? Pues sí, ellas y las infecciones de la vagina son bastante frecuentes en las mujeres que están embarazadas y las que no. Por eso, tu médico insistirá en pruebas rutinarias que permiten el diagnóstico de infecciones urinarias durante el embarazo. Conoce cuáles son, a continuación.
La historia clínica, importante para el diagnóstico de infecciones urinarias
Lo primero para hacer el diagnóstico es la historia clínica. Si tienes alguno de estos síntomas resulta muy sencillo sospechar de una infección:
- Ardor o dolor durante la micción.
- Sangrado al momento de orinar.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Sensación de que la vejiga no se vacía por completo.
- Olor desagradable de la orina.
- Tenesmo vesical, un dolor que empieza justo al acabar de orinar y se mantiene por un rato.
- Fiebre y dolor lumbar.
Estos síntomas, por sí solos, indican infección. Pero, si estas embarazada no puedes sencillamente esperar a que ellos ocurran; por eso, se hacen los laboratorios de forma rutinaria.
La bacteriuria asintomática solo se diagnostica con el resultado del urocultivo. Y esta, aunque es silente, es importante diagnosticarla, porque resulta igual de peligrosa que la cistitis o pielonefritis. Puede ocasionar ruptura prematura de membranas.
Pruebas rutinarias de diagnóstico de infecciones urinarias en embarazadas
Las infecciones se diagnostican por medio de estas pruebas rutinarias del embarazo:
- Examen simple de orina.
- Urocultivo con o sin antibiograma.
Se indica uno de ellos en cada trimestre del embarazo. En caso de encontrar una infección activa o bacteriuria asintomática se indica uno de control a culminar el tratamiento con antibióticos.
1. Examen simple de orina
Es un examen sencillo y económico, del cual se tienen resultados en poco tiempo. Se hace a partir de una muestra de orina obtenida de la primera micción de la mañana.
Se muestra aquí cual es el olor, aspecto, acidez y color de la orina. También se evidencia si existen sustancias anormales, como cristales, cilindros urinarios, leucocitos, hemoglobina, urobilinógeno, entre otros.
2. Análisis Urocultivo con o sin antibiograma
Esta prueba consiste en cultivar en medios especiales una muestra de orina para evidenciar si hay algún patógeno. Si hay bacterias en la orina crecerán en el cultivo. Es la prueba de oro para evidenciar esta patología en las embarazadas.
El resultado de la prueba es 100% fiable si sigues las indicaciones de la toma de muestra de forma correcta. Se necesita realizar una muy buena limpieza del área genital previo a la recolección de la muestra, o en su defecto, tomar la muestra a través de un sondaje urinario.
Si en el cultivo se evidencian bacterias se procede a realizar un antibiograma. Esto nos indica cuáles son los antibióticos que funcionan para tratar estas bacterias. Los resultados tardan un poco más, en especial si se hace con antibiograma. Puedes recibir el resultado del estudio hasta 5 días después de enviar la muestra.
3. Exámenes especiales
Si se sospecha de una infección urinaria alta o pielonefritis van a ser necesarios un par de estudios extra. Estos son:
- Ecografía renal: es un procedimiento seguro tanto para la madre como para el bebé. Por medio de un equipo de ultrasonido se evalúa la estructura del riñón. En caso de sospechas de infecciones urinarias altas se busca descartar hidronefrosis o cálculos renales, ya que son condiciones que cambian el tratamiento.
- Hematología Completa: es el análisis de la sangre para evidenciar si están aumentados los leucocitos. Los leucocitos se elevan cuando hay infecciones sistémicas, tal es el caso de la pielonefritis.
- Rojas, J. B., & Donato, G. S. (2010). Infecciones urinarias en el embarazo. Revista médica de costa rica y Centroamérica, 67(593), 233-236.