La vitamina D pertenece al grupo de los liposolubles. Se deposita en los huesos y dientes ya que ayuda a la absorción del calcio y fósforo.
La vitamina D la encontramos en los lácteos, en la yema del huevo y en los aceites de hígado de pescado y alimentos de origen vegetal.
Por día, lo recomendable es ingerir 400 UI de vitamina D por día. Esta cantidad esta presente en un vaso de leche de 250 centímetros cúbicos.
El no consumo de vitamina D puede generar alteraciones óseas, trastornos dentales y alteraciones metabólicas como raquitismo y tetania.
El exceso de vitamina D puede llevar a la debilidad, cansancio, nauseas.