El drenaje linfático es el aliado perfecto para las futuras mamás. Consiste en relajar cuerpo y mente y aporta una sensación de alivio inmediato en tu estado. Con este masaje, eliminas el estancamiento de los líquidos y favoreces la asimilación de ellos, dando como resultado un efecto antihinchazón. Además refuerza el sistema inmunológico, elimina toxinas proporcionando a la piel un mejor aspecto, ya que reestablece la circulación sanguínea.
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Beneficios de drenaje linfático para mujer embarazada
A pesar de que se relacionen en ocasiones más los objetivos de belleza, los masajes linfáticos se centran más en el bienestar físico de las mujeres embarazadas y en la salud. Es muy recomendable debido a que posee muchos beneficios.
Recuerda que es relevante hacerlos con un fisioterapeuta, y cambiar de posición para no estar tanto tiempo tumbada boca arriba.
Es habitual que durante el embarazo sufras retención de líquidos, que en consecuencia originan una serie de síntomas molestos. Una vida sedentaria en el embarazo y ganar excesivo peso durante el embarazo favorece la retención de líquidos, que se traduce en la sensación de pesadez en tu cuerpo, de cansancio y el síntoma más claro, tener las piernas y los tobillos hinchados. Por el contrario, los masajes de piernas para embarazadas sin ideales para mejorar la circulación.
Normalmente durante el embarazo, puedes llegar a retener hasta un litro de líquido por día y llegando la noche notas cierta hinchazón en los tobillos. Pero tras el descanso nocturno, esa hinchazón debe bajar, si no es así, entonces sufres una excesiva retención de líquidos.
Este masaje en el embarazo trata de prevenir esa hinchazón mediante movimientos manuales realizados por profesionales sobre el sistema linfático. Estas maniobras, canalizan el líquido hacia el torrente sanguíneo, para que pueda ser eliminado del cuerpo.
Otro de los beneficios del drenaje linfático es que disminuye los edemas aliviando de forma rápida la pesadez y el cansancio de las piernas. Además puedes ayudarte a combatir y a prevenir los dolor de espalda o del nervio ciático, así como la lumbalgia.
Y previene contra la aparición de las estrías y en general mejora el aspecto de la piel, que sufre mucho durante los 9 meses de embarazo debido a los cambios.
Pasos para realizar drenaje linfático durante el embarazo
El drenaje linfático puede llevarse a cabo mediante la técnica manual, o mediante la técnica mecánica, conocida como presoterapia, esta es asistida con equipos para aplicarla.Si estás pensado en realizarte un masaje de este tipo te contamos cuáles son los pasos más básicos que siguen los especialistas y en que se basa esta técnica:
- Se posiciona a la mujer embarazada tanto de ambos lados como boca arriba.
- Uno de los primeros pasos para hacer un drenaje linfático en el embarazo es estimular los ganglios linfáticos.
- Ahora es el momento de que el fisioterapeuta mediante las distintas técnicas manuales de arreste comienza a realizar diversos movimientos suaves en dirección hacia los ganglios. Generalmente en las mujeres que están esperando un bebé se aplica menos fuerza o presión en las áreas más comprometidas.
- Trabajando sobre diversas áreas específicas como por ejemplo las piernas, los tobillos o las pantorrilas y se estimula el sistema linfático en el cual se acumula el torrente sanguíneo. También pueden trabajarse zonas como la espalda, los muslos, los glúteos o la zona trasera de las piernas y los pies.
- Para completar el tratamiento el fisioterapeuta suele aconseja aumentar la ingesta diaria de líquido, realizar paseos o ejercicio moderado, evitar estar mucho tiempo prolongado sentada o de pie, y poner las piernas en alto en los momentos de descanso.
- La duración de las sesiones del drenaje linfático abarca entre 45 y 60 minutos.
Es ideal que la madre se haga masajes al menos una vez a la semana, y complemente con caminatas que ayudan a evitar el estancamiento de la linfa. También suelen recomendar utilizar geles descongestivos, a base de vegetales. Debes consultar con tu médico de confianza ya que estas prácticas no se pueden realizar en embarazos de alto riesgo, si la futura madre, esta cursando una infección o padece alguna enfermedad, cardíaca o renal.
