Un embarazo psicológico es un problema que afecta a muchas mujeres que se obsesionan con el embarazo. Creen estar embarazadas sin estarlo e, incluso, llegan a experimentar los síntomas del embarazo más frecuentes, como náuseas y vómitos, modificaciones en las glándulas mamarias y aumento de peso. Otro de los síntomas de un embarazo imaginario más comunes es la amenorrea o ausencia de la menstruación que, en muchas ocasiones, podría ser de 9 meses, al igual que un embarazo normal. Con ello, podemos afirmar que un embarazo psicológico puede retrasar la menstruación, de manera que conviene estar muy atentas y acudir al médico si piensas que tienes un embarazo utópico para iniciar el tratamiento adecuado a tiempo.
Además, es posible que en un embarazo psicológico el test pueda dar positivo e, incluso, llegar a tener una sensación subjetiva de movimientos fetales conforme pasan los meses. Los expertos explican este fenómeno como un problema psicológico que conviene detectar a tiempo. El estado emocional de la mujer, que piensa reiteradamente que está embarazada, hace que se segreguen unas hormonas que a su vez tienen unos efectos físicos y psicológicos importantes, entre los que se encuentra el retraso de la menstruación.
Como ya sabrás, el ciclo menstrual y la menstruación está influido por un proceso de retroalimentación (negativo y positivo) que depende de los niveles de hormonas. Muchas veces los estados de ansiedad, nerviosismo o preocupación por un posible embarazo (deseado o no) pueden provocar que no baje la regla cuando debería hacerlo.