Con las carnes crudas o de baja cocción sucede algo similar que con el pescado crudo. Las mujeres embarazadas no deben consumirlas para evitar contraer una infección o una enfermedad.
Debes tener cuidado cuando consumas pollo, carnes rojas, o verduras, especialmente si lo haces fuera de casa. La toxoplasmosis es una enfermedad causada por un virus que se aloja en estos alimentos, cuando no han sido debidamente lavados, y además se encuentra en el excremento de los gatos.
Contraer esta infección por primera vez no es muy común durante el embarazo, pero cuando sucede, el parásito ingresa a la placenta, dañando rápidamente al bebé.
En el primer trimestre es más riesgoso contraer la toxoplasmosis, el bebé aún no es lo suficientemente fuerte y si no se logra controlar a tiempo la enfermedad, podría ocasionarle la muerte.