Se denominas así a los dolores situados en la parte baja de la espalda, conforme avanzan las contracciones es más intenso el malestar en esta zona y menos en la parte abdominal.
Algunos especialistas creen que se debe a la posición adoptada por el bebé en el útero (presión sobre la espalda de la gestante), o simplemente debido a una reacción frente a las contracciones, muchas mujeres muestran mayor sensibilidad en la zona lumbar.
Estos dolores pueden afectar a un tercio de mujeres durante el parto, la anestesia epidural es útil para aliviarlos parcialmente, sin embargo según algunas investigaciones las inyecciones de agua estéril (antes empleados para reducir el dolor de cálculos renales) serían eficaces calmando este fuerte malestar.
Las inyecciones de agua estéril relajan a la futura mamá y se cree también ocasionaría que el feto adopte una mejor posición. En consecuencia, el número de cesáreas sería menor y las complicaciones podrían evitarse.