Carlos González es Licenciado en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona, se formó como pediatra en el Hospital de Sant Joan de Déu de esta ciudad. Es Fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM). Autor de libros de éxito como Mi niño no me come, Besame mucho y Entre tu pediatra y tú , ha publicado recientemente En defensa de las vacunas.
Ha dado consejos para entender mejor a nuestros hijos, para enseñarnos a alimentarlos, ha defendido el uso de las vacunas para proteger su salud, promueve el uso y aconseja sobre la lactancia materna, ha recopilado las dudas más habituales de su consultorio... ¿qué le queda por hacer? ¿En qué aspectos le gustaría seguir desarrollando su trabajo divulgativo? ¿Está trabajando en alguna nueva publicación?
C.G. La verdad es que no tengo en mente ningún libro más, voy escribiendo artículos para revistas. Creo que básicamente ya he dicho todas las cosas interesantes que quería decir. Ahora me gustaría escribir una novela, pero es difícil y no sé si lo conseguiré.
¿Qué lleva a un reconocido pediatra a estar tan interesado en divulgar información a los padres?
C.G. Ante todo, no soy "reconocido", apenas "conocido", y precisamente porque escribí los libros. Básicamente, los escribí para intentar ayudar a las madres que veía en mi consulta, madres muy preocupadas porque sus hijos no comían, o pedían brazos todo el rato, o se despertaban por la noche; madres que intentaban dar el pecho pero tenían muchas dudas y dificultades, y últimamente también madres atemorizadas por la propaganda de los antivacunas, madres que no se atrevían a vacunar a sus hijos o que lo hacían sintiéndose culpables porque les habían dicho que las vacunas son peligrosas.
Además de su experiencia como autor y pediatra, es también padre. ¿Ha enriquecido su forma de ver las cosas como profesional?
C.G. Desde luego. Ser padre te cambia la vida, radicalmente y para siempre. Sospecho que, si no tuviera hijos, mis libros serían muy distintos. O, más probablemente, no habría escrito nada.
En su libro Entre tu pediatra y tú, hace una recopilación de las cartas y consultas que ha respondido durante años. ¿Qué consultas se repiten más? ¿Dónde cree que los futuros padres estamos menos informados, más equivocados y más influidos por los tópicos?
C.G. Básicamente hay dos o tres preguntas que se repiten hasta la saciedad con ligeras variantes: "mi hijo no come", "mi hijo no engorda", "mi hijo no duerme", "mi hijo llora mucho". Lo difícil para hacer ese libro fue encontrar preguntas un poco más variadas.
¿Qué consulta le ha sorprendido más? ¿Podría contarnos alguna anécdota que recuerde?
C.G Lo que más me sorprende es encontrar alguna de las preguntas "clásicas" precedidas de algún comentario del tipo "he leído todos sus libros, han cambiado mi vida, los tengo en la mesilla de noche, he aprendido mucho con ellos" y a continuación: "pero lo que me tiene muy preocupada es que mi hijo de un año ha dejado de comer" o "mi hijo se despierta por la noche y no sé si es normal". Esas preguntas me dejan muy perplejo, me pregunto qué parte de mis libros habrán leído.
Es muy famosa entre nuestras usuarias su “teoría del malcriamiento”. ¿Qué es realmente malcriar?
C.G "Malcriar" es "criar mal". Con poco cariño, con pocos brazos, con pocas palabras amables, con poco tiempo.
Nuestras usuarias comentan y agradecen su estilo cercano y con toques humorísticos en sus ideas. ¿Por qué ese estilo? ¿Desdramatizar es efectivo?
C.G. Las cosas que escribo en mis libros son, muchas veces, cosas que he dicho docenas de veces a docenas de madres que me han consultado a lo largo de los años. Hay párrafos enteros que han sido repetidos una y otra vez, pulidos y modificados hasta convertirse en relatos orales. Escribo como hablo, y creo que es eso lo que hace mis libros un poco menos aburridos.
En la actualidad, los futuros padres nos informamos mucho a través de Internet, comunidades de embarazadas, foros... ¿cuáles crees que son los riesgos que esta información tiene?
C.G. Internet es una herramienta maravillosa, que, como cualquier otra, puede ser mal usada. El que no sabe distinguir las páginas serias y fiables de las que dicen tonterías, es como si en televisión no supiera distinguir el telediario de la teletienda. Además, estamos acostumbrados, por tradición y formación, a dar más credibilidad a la palabra escrita. Es decir, tradicionalmente, lo que leíamos en un libro o en un periódico nos parecía más fiable que lo que veíamos por la tele u oíamos por la radio, y esto a su vez más fiable que los comentarios oídos al azar en la calle o en el mercado. Y en general, esa jerarquía de los medios era acertada. Un autor comprueba y repasa sus libros antes de publicarlos, mientras que en la radio o en la tele es fácil decir un error, citar algo de memoria y mal, o soltar una frase inconveniente. Y las editoriales, o las emisoras de radio o televisión, actúan como filtro, y te presentan sólo a gente mínimamente seria (al menos en los programas serios). Pero en Internet cualquiera puede poner cualquier cosa sin encomendarse a dios ni al diablo. Hay que comprender que muchas de las cosas que vemos allí, aunque salgan en una pantalla y estén en letra de imprenta, tienen el mismo valor que cualquier comentario de un desconocido en una cafetería.
Es Fundador y Presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna (ACPAM). ¿Qué le lleva a fundarla? ¿Cuáles son sus objetivos?
C.G. Intentamos promover la lactancia materna, sobre todo a través de la formación de los profesionales sanitarios, organizando cursos de lactancia y publicando materiales educativos.
¿Qué consejos da a una madre para que dé correctamente el pecho a sus hijos?
C.G. Dos consejos básicos: olvidarse del reloj y colocar al bebé en una posición correcta (bien pegado al cuerpo de la madre, con la boca muy abierta y el pecho bien metido). Y acudir, mejor desde el embarazo, a un grupo de madres (los hay por toda España; la lista en www.fedalma.org).
