Cuando el diagnóstico de la hepatitis B se realiza tardíamente (sexto mes de embarazo en adelante), el recién nacido queda expuesto a sufrir peligrosas enfermedades siempre que no sea vacunado al momento de nacer. Componentes como la gammaglobulina reducen el riesgo de contagio al momento del parto.
Serán dos las inyecciones aplicadas al bebé en las siguientes 12 horas de vida. La primera con contenido de inmunoglobulina la cual genera anticuerpos en la hepatitis B y la otra que es la vacuna inicial para combatir la enfermedad.
La medicación intramuscular continuará administrándose en el bebé. Una fecha intermedia sería al cumplir un mes y medio (2da dosis) mientras para la tercera su empleo se debe hacer 6 meses después de la última inyección.
Suponiendo que tengas problemas en el hígado pero nunca te practicaste exámenes para descartar la hepatitis B, es posible que el médico ordene administrar a tu bebé la misma medicación y en un tiempo similar al caso anterior. Si los exámenes de sangre arrojaran positivo el recién nacido seguirá con el tratamiento.