Redondas o puntiagudas, grandes y pequeñas; las hemos visto con formas distintas, cada barriguita se forma según algunas características, entre ellas la posición que el bebé adopte en el útero y la apariencia física de la futura mamá.
Cuando la mujer tiene cierta estrechez en la zona pélvica, existe muy poco espacio para el bebé, por lo tanto la tripa comienza a crecer hacia fuera.
La postura que la gestante adquiere al caminar determinada la forma del vientre. Si camina con los hombros muy hacia atrás o presenta lordosis (curvatura exagerada de la zona lumbar), la tripa adquiere una forma abombada ( hacia afuera)
De acuerdo a como se ubique el bebé, mientras esté cerca a la parte posterior del útero, la tripa se proyectará menos; lo contrario sucederá si se coloca echado, el vientre entonces se extenderá hacia los extremos, será “ancho y no alto”.
La cantidad de líquido amniótico promedio es de 1 litro, sin embargo algunas mujeres sobrepasan esta cantidad y otras producen menos de este componente ; lo cual influencia en el tamaño de la tripa.
Otras razones:
Segundo o tercer embarazo: Si es el segundo embarazo la tripa puede notarse más y para el tercer bebé verse crecer a lo ancho
Partos múltiples o el tamaño del feto, aunque en este último caso también depende de la posición del bebé.