La influenza es una enfermedad respiratoria viral que ataca la garganta, nariz, bronquios y pulmones. Durante el embarazo la mujer queda expuesta al virus más que otras personas debido a los cambios en su sistema inmonológico.
Las hay de 3 clases: influenza A, B y C. Las dos primeras representan el mayor problema debido a la mutación continua del virus. Eso significa que mientras el cuerpo empieza a formar anticuerpos contra un virus “x”, otras infecciones aparecen con distintas características y el organismo es incapaz de responder. En cuanto a la influenza de grado C podría decirse que es la más inofensiva porque en ocasiones los síntomas son apenas perceptibles.
La diferencia entre la influenza y es un resfrío común esta en los síntomas. Una persona infectada con influenza muestra malestar general, fiebres altas, tos, mucosidad, debilidad, náuseas y dolores musculares, mientras en un resfrío simple tales reacciones aparecen en menor grado.
El virus de la influenza se trasmite de persona a persona al toser, estornudar o al hablar. Además dado que se encuentra esparcido en el medio ambiente, todo objeto manipulado por alguien infectado queda contaminado y eso hace más fácil su propagación.