La maniobra de Hamilton o el tacto para provocar el parto

Cada parto es un mundo y, en muchas ocasiones, el parto es un momento de total incertidumbre porque ni la madre ni el personal médico puede determinar con antelación cómo se va a desarrollar. En este artículo nos centramos en la maniobra de Hamilton o el tacto para provocar el parto.

41 semanas de embarazo y dolor de regla

Serhii Bobyk

Existen una serie de factores que ayudan a adelantar el parto, sin embargo, otros métodos son importantes a la hora de inducir el parto, sigue leyendo y conoce todos los detalles de la maniobra de Hamilton.

Al igual que hay partos que trascurren de forma rápida y sin ningún tipo de complicación que pueda frenarlos, hay otros que sin embargo, pueden llegar a ser más lentos de lo esperado y que en ocasiones requieren de la intervención de los profesionales sanitarios que, a través de diferentes técnicas, pueden ayudar a inducir el parto.

Entre estas técnicas médicas para ayudar al niño a atravesar el canal del parto o simplemente para inducir el parto, las más conocidas son: el uso de fórceps, el uso de ventosas, la episiotomía, o la maniobra de Kristeller o la maniobra de Hamilton, entre otras muchas.

Si no lo sabes, el parto vaginal asistido con fórceps es aquel en el que el médico usa una pinzas obstetricias para ayudar al bebé a salir sin complicaciones.

¿Qué es la maniobra de Hamilton?

Cuando una mujer alcanza la semana 41 de gestación, y no presenta síntomas que evidencien que el proceso de parto está en marcha, en ocasiones es necesario practicar la maniobra de Hamilton.

Esta maniobra la lleva a cabo un ginecólogo que, mediante un tacto vaginal a la madre, separa con su mano las membranas de la bolsa amniótica que han quedado pegadas a la base del útero.


Mediante esta maniobra el ginecólogo provoca la síntesis de las prostaglandinas, que son las hormonas que provocan las contracciones uterinas y que se encargan de poner en marcha el parto en un periodo aproximado de unas 24 horas.

Si te preguntas ¿cuándo se hace el tacto vaginal para provocar el parto?,  recuerda que la maniobra de Hamilton únicamente es conveniente practicarla a partir de la semana 39 de gestación, y siempre y cuando la bolsa amniótica esté íntegra y no presente ningún tipo de fisura, así como cuando el conducto cervical esté lo suficientemente blando.

Asimismo, antes de llevarla a cabo el ginecólogo u obstetra debe informar a la madre sobre los motivos por los que se aconseja realizarla, así como pedirle un consentimiento que no será necesario que sea informado por escrito.

Debes tener en cuenta que es completamente normal tener un ligero sangrado después de la exploración ginecológica y tener un sangrado antes del parto. En caso de ser abundante debes citarte con tu médico y ver cuál es la causa real.

¿Es dolorosa la maniobra de Hamilton?

Aunque la maniobra de Hamilton es menos traumática que otros métodos de inducción al parto, es conveniente saber que ésta es también una técnica invasiva. De hecho, es frecuente que se lleve a cabo en el ambulatorio o centro de salud y no en el hospital, y no incrementa las posibilidades de infección ni para la madre, ni para el niño.

Sangrado antes del parto

Africa Studio

Esta maniobra no debe ser mucho más dolorosa que cualquier otro tacto vaginal, sin embargo, si se realiza correctamente, lo más probable es que la madre comience con las contracciones de parto en un periodo aproximado de unas doce horas y, a partir de aquí, los dolores serán cada vez más frecuentes y persistentes.

Riesgos de la maniobra de Hamilton

Hay que indicar también que la maniobra de Hamilton está expuesta a diversos riesgos que la mujer deberá conocer antes de que se le lleve a cabo. Por eso, es obligatorio que el facultativo médico le pida un consentimiento a la madre antes de hacerla.

Uno de los principales riesgos de la maniobra de Hamilton a los que se expone la madre cuando se la practican es, por ejemplo, la rotura prematura de las membranas de la bolsa amniótica. Hay que tener en cuenta que una vez que se rompe la bolsa amniótica, el bebé sólo dispone de unas horas para salir, pero si la madre no tiene contracciones tras la rotura de la bolsa, será necesario provocárselas mediante el uso de determinados medicamentos como la oxitocina o las prostaglandinas.

Ante cualquier miedo sobre el tema del tacto vaginal, lo mejor es que lo hables con total confianza con tu médico y que te resuelva todas las cuestiones que puedan preocuparte.

En el caso de que la madre tenga la placenta de inserción baja, es probable que la maniobra de Hamilton le provoque una hemorragia. Si este sangrado es muy fuerte, el ginecólogo recomendará practicar una cesárea de urgencia.

Licenciada en Periodismo y Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajo como periodista freelance desde hace más de 10 años.

Mamá de dos niñas pequeñas y afortunada porque cada día me gano la vida haciendo lo que más me gusta: escribir y transmitir información a los demás, a la vez que desempeño las labores propias de la crianza de dos peques. ¡Ser mamá es difícil pero plenamente enriquecedor!

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