Aspirina en el embarazo
La aspirina, o lo que es lo mismo, el ácido acetilsalicílico es un medicamento conocido por sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias, antipiréticas y antitrombóticas. Es uno de los medicamentos más populares y utilizados a nivel mundial para tratar, por ejemplo, dolores ocasionales así como ciertas enfermedades inflamatorias o reumatoides, pero sobre todo es su capacidad antritrombótica la que hace que sea utilizado para prevenir o reducir el riesgo de padecer un infarto de miocardio.
Existen estudios que han demostrado la relación entre anomalías congénitas de los recién nacidos y la ingesta crónica de aspirina durante los meses de embarazo, además de que se ha demostrado que puede retrasar el parto.
NUNCA deberás tomar ASPIRINA (o ácido acetilsalicílico) durante el periodo de gestación, salvo que te lo haya recetado y estés bajo supervisión de un profesional médico.
¿Puedo tomar Aspirina si estoy embarazada?
No, no deberías consumir Aspirina durante el embarazo
El consumo de Aspirina durante el embarazo o la lactancia está desaconsejado.
La aspirina, y sobre todo su compuesto activo principal ( al ácido acetilsalicílico) se clasifican dentro de la Categoría C dentro de la la FDA. Sin embargo, al igual que otros medicamentos, cambia de categoría, siendo incluido en el grupo D (evidencia clara de producir efectos en el feto), en el último trimestre de embarazo.
No es frecuente que los médicos receten este medicamento a las mujeres en periodo de gestación especialmente, cuando hay alternativas más seguras. En el caso de que su uso sea recomendado, es porque los beneficios para la salud de la madre son mayores que los posibles efectos secundarios que se puedan ocasionar al feto.
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Posibles efectos secundarios de la Aspirina en la embarazada
La aspirina es uno de los fármacos que pueden tener efectos secundarios, incluso cuando se toman a dosis muy bajas. Entre los más comunes se encuentran las molestias gastrointestinales, vértigos, mareos, hipersensibilidad, urticaria, angioedema, disminución del flujo renal o incluso reacciones dermatológicas. También se han descrito casos de hemorragias.
Si tu médico te ha recetado aspirina (siempre en dosis bajas), pero comienzas a notar alguno de estos síntomas, acude inmediatamente a tu centro de salud más cercano para que un profesional pueda evaluarte.
Categoría C
La Categoría C engloba medicamentos que, como la Aspirina, sólo deben tomarse en caso de que un médico considere el tratamiento oportuno, porque sus beneficios justifican posibles riesgos en el feto. No se debe tomar Aspirina sin supervisión médica.
Aspirina durante la lactancia
Durante la lactancia
, sí está permitida la toma de Aspirina. No obstante, debes saber que parte pasa a la leche materna, aunque es una cantidad que los estudios clínicos califican de insignificante.
Algunos expertos
aconsejan el destete temprano en caso de que la madre deba seguir un tratamiento con ácido acetilsalicílico tras el parto.
Interacciones de la Aspirina con otros medicamentos
La aspirina es uno de los fármacos que presenta mayor número de interacciones con otros medicamentos, especialmente si son fármacos anticoagulantes. Las interacciones con otros medicamentos se han estudiado en profundidad dado que los posibles efectos adversos pueden ser calificados graves o muy graves. Hay que tener especial cuidado con: los antiinflamatorios no esteroides, corticoides, diuréticos o la insulina,
Principales marcas de Aspirina
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Advertencia: la Aspirina es un medicamento, por lo que siempre es recomendable actuar con precaución y consultar al médico antes de comenzar cualquier tratamiento.
Alternativas a la aspirina
Si necesitas tratar el dolor de cabeza o muscular durante el embarazo, puedes optar por tratamientos más naturales o bien, si necesitas recurrir a algún fármaco, opta por el Ibuprofeno o el Paracetamol. Recuerda que antes de tomar ningún medicamento por tu cuenta.
