En relación a la alimentación, hay algunos alimentos, cuyo consumo debemos reducir o evitar. Y en este sentido, lo mismo sucede con las infusiones. Hay una serie de infusiones prohibidas en el embarazo y otras que no son demasiado recomendables. ¿Quieres saber cuáles son?
El embarazo es el momento perfecto para cuidarnos y mimarnos un poco más, y ello también incluye a nuestra alimentación y hábitos de vida.
Llevar una dieta equilibrada que garantice el aporte de nutrientes y vitaminas necesario, y seguir con unos hábitos de vida saludables, nos ayudará a llevar un embarazo más tranquilo y placentero.
En el artículo de hoy conocerás cuáles son las infusiones más beneficiosas durante el embarazo y también cuáles son las poco recomendables o, incluso, prohibidas.
Si necesitas ayuda para relajarte, las mejores infusiones para embarazadas que te ayudarán a conciliar el sueño son el rooibos o el té verde.
Si tienes náuseas, acidez u otras molestias digestivas, las mejores son el hinojo, el jengibre o el tomillo. El tomillo es una fuente de hierro, calcio y fibra que puede ayudarte a aliviar las molestias en la zona del bajo vientre, tan comunes durante los primeros meses de gestación.
Durante el embarazo existen diversos fármacos que no podrás tomar por sus posibles efectos nocivos sobre el desarrollo del bebé. Para aliviar las molestias de un resfriado, puedes aprovechar para probar con las infusiones de tomillo, de malva, saúco o hinojo.
Infusiones prohibidas durante el embarazo
Hay ciertas infusiones que, a pesar de no estar prohibidas, sí son de “consumo limitado”. Esto sucede con la manzanilla y con el té. ¿Sabes por qué?
La manzanilla en el embarazo
Tradicionalmente, se ha empleado la manzanilla para aliviar las molestias digestivas. Si bien es una infusión con grandes beneficios en este sentido, también puede provocar una alteración en el sistema inmunitario de la mamá.
El té durante el embarazo
Por contener teína, sustancia muy similar a la cafeína, no deberás tomar más de dos tazas al día. Así mismo, hace que no absorbas bien el hierro y el ácido fólico.
Por otro lado, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que es perfecto para controlar la diabetes gestacional. En resumen… ¡tómalo pero con moderación!
Así mismo, sí que existen una serie de infusiones prohibidas en el embarazo, por poseer ciertos componentes que pueden afectar al correcto desarrollo y al crecimiento del bebé. También por desarrollar ciertos efectos adversos sobre la mamá, como la hipertensión o la bajada de defensas. La salvia, la ortiga, la hierba de San Juan, la tila, el poleo menta, el boldo, la raíz de regaliz o el Ginseng son algunas de ellas.
El eucalipto, que se suele emplear para aliviar los problemas respiratorios, durante el embarazo puede provocar náuseas, diarrea o vómitos.
El boldo, que posee propiedades digestivas, tampoco es recomendable por la posibilidad de producir contracciones durante el embarazo. Así mismo, también contiene Ascaridol, una sustancia que puede ser perjudicial para la formación del hígado del bebé.
Infusiones y embarazo. Las Infusiones más comunes
Rooibos y embarazo
El rooibos o té rojo sin teína, es una planta de origen sudafricano, que no debe confundirse con el té rojo. No contiene ni teína ni cafeína y en este sentido puede ser tomada sin problema durante el embarazo, incluso si padeces de hipertensión.
Además el té rooibos tiene beneficios para nuestra salud debido a que posee también propiedades antihistamínicas, por lo que si padeces de algún tipo de alergia, también puede resultarte beneficiosa.
El rooibos también posee propiedades antioxidantes que, además de favorecer la circulación sanguínea, también te ayudarán a combatir la bajada del sistema inmunitario, que se produce durante los meses de gestación. A diferencia del té, tampoco interviene de forma negativa en la absorción del hierro.
Manzanilla en el embarazo
La manzanilla o camomila común, es conocida por poseer abundantes beneficios para el organismo. Es una planta medicinal digestiva, sedante, antiinflamatoria y también antiespasmódica. Sus principios activos son principalmente el alfa-bisabolol y el camazuleno.
La infusión de manzanilla en el embarazo es recomendable especialmente por sus propiedades digestivas.
Se puede emplear como ayuda en las digestiones difíciles y también para expulsar los gases y flatulencias. Es protectora y reparadora de la membrana gástrica, siendo adecuada para la gastritis, los retortijones y las úlceras estomacales. Además es fuente de calcio y magnesio, Además contribuye a conciliar el sueño.
Tila y embarazo
La infusión de tila es una de las más utilizadas como ayuda para calmar los nervios, disminuir la ansiedad e inducir al sueño. La infusión de tila durante el embarazo podría ayudarte si padeces de insomnio o te cuesta enormemente conciliar el sueño. También posee otras propiedades antitusivas, y antiespasmódicas. Es beneficiosa en caso de estar resfriada, si padeces asma o dolor de cabeza.
A pesar de ello, por poseer ciertos efectos tóxicos que podrían afectar al bebé, durante el embarazo deberás controlar su consumo.
Por ello, existe cierta controversia con las infusiones de tila durante el embarazo. A pesar de que no se han realizado estudios que demuestren los efectos nocivos de la tila, se cree que su composición química podría afectar a las células del bebé.
Lo mejor que puedes hacer antes de tomar una infusión de tila, es consultar con tu médico que valorará la situación y te indicará cuál es la mejor solución.
Poleo menta y embarazo
El poleo menta es una de las plantas consideradas como abortivas, y por lo tanto forma parte de las infusiones prohibidas durante el embarazo. La causa reside en su alto contenido en pulegona y tuyona, que estimulan los músculos uterinos aumentando la probabilidad de padecer contracciones.
Como ves, del mismo modo que sucede con ciertos alimentos, también debemos prestar atención a las infusiones que tomamos ya que hay ciertas infusiones prohibidas en el embarazo. En algunas, la clave está en ser fieles a nuestro sentido común y no abusar de ellas. Y es que a nadie le amarga una taza de té… siempre y cuando sea con moderación. 😉