Si durante el embarazo tu médico detecta toxoplasmosis, comenzará a tratarte con un antibiótico para reducir el riesgo de contagio a tu futuro bebé.
Luego, para descartar una infección en el feto, el especialista te hará una “amniocentesis”, que es un análisis de ADN a través del líquido amniótico para verificar la presencia del parásito.
Y para constatar que no haya anomalías en la gestación, tu médico te realizará una serie de ultrasonidos (ecografías) durante el desarrollo de tu embarazo. En tu visita semanal , habla con él sobre este tema.