Cuando hay un menor riego sanguíneo hacia el útero el bebé puede tener problemas de crecimiento, ello también puede ocasionar desprendimiento prematuro de placenta, por lo que el bebé dejaría de recibir el oxigeno y la alimentación necesaria para su supervivencia. Pero no te precipites, esto sólo ocurre en los casos más extremos de preeclampsia.
Repasamos los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de tener preeclampsia en el embarazo y los riesgos de la preeclampsia para el bebé.
En los casos más graves de esta complicación del embarazo, lo que se hace es provocar el parto. Si fuera muy pronto, el bebé sufriría los efectos derivados de la prematuridad y se habría de someter a los pertinentes cuidados prenatales.
Preeclampsia: factores de riesgo
Los expertos no han identificado a ciencia cierta qué provoca la preeclampsia, pero si que han detectado ciertos factores de riesgo que hacen que unas mamás sean más propensas que otras a padecerla.
Los factores más comunes de la preeclampsia que pueden ocasionar esta enfermedad son:
- Haberla padecido en embarazos anteriores.
- Embarazos múltiples.
- Obesidad.
- Una mala nutrición.
- Si tienes antecedentes familiares con presión arterial alta.
- La diabetes o la presión arterial alta antes del embarazo.
- Embarazos antes de los 18 años o después de los 35.
- Tener ovarios poliquísticos.
- Desordenes inmunológicos.