Nos gustaría mucho decirte que una vez que inicia el parto todo irá bien. Pero, la verdad es que puede haber complicaciones, el síndrome de aspiración meconial o SAM es una de ellas. Sin embargo, a pesar de lo feo que suena, con los avances diagnósticos y de tratamiento pocas veces es grave. El síndrome de aspiración meconial ocurre cuando durante el trabajo de parto, el bebé sufre una falta de oxígeno y expulsa parte del meconio (heces) al líquido amniótico y éste a la vez es aspirado por el recién nacido.
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¿Qué es el síndrome de aspiración meconial?
A esta complicación que puede surgir en el parto se denomina síndrome de aspiración meconial o síndrome de aspiración del meconio. El meconio es la primera evacuación de tu bebé. En condiciones normales esta sucede fuera del útero, algunas horas luego del nacimiento. Pero, cuando ocurre algún evento que cause estrés intrauterino el niño evacúa dentro de tu vientre.
Ese meconio que está flotando en el líquido amniótico puede ser aspirado por el bebé, dando origen al SAM. Esta es una afección delicada que causa dificultad respiratoria como consecuencia de obstrucción de la tráquea y bronquios y una reacción inflamatoria severa.
¿Cómo se diagnostica el SAM?
Existen ciertos signos clínicos que le permitirán a tu obstetra y al pediatra determinar si tu hijo sufre de SAM. Estos son:
- Meconio en el líquido amniótico al momento del parto o cesárea.
- Recién nacido con coloración de la piel verdosa o azulada.
- Dificultad para respirar en el bebé. Esto puede ir desde una respiración muy suave y rápida hasta la ausencia de la misma.
- Latidos cardíacos muy suaves y lentos en tu hijo.
En presencia de estas características el pediatra procederá a realizar exámenes de laboratorio y rayos X de tórax. En los primeros busca la presencia de problemas ácido-base, es decir si el pH de la sangre está más básico o ácido de lo normal. Mientras que, en los rayos X se busca descartar los signos de inflamación u obstrucción de las vías aéreas. También se pueden observar aquí signos de neumonitis. Estos estudios son necesarios para decidir cuál y cómo será el tratamiento.
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¿Cuál es el tratamiento de los bebés con síndrome de aspiración meconial?
Lo primero que debes saber es que tu hijo no se irá a casa tan rápido. Estos niños deben estar hospitalizados en cuidados intermedios o cuidados intensivos según la gravedad. Las primeras 36 horas son críticas. Si el bebé se descompensa en este tiempo lo más probable es que evolucione a las presentaciones graves de la enfermedad. Pero, si todo va bien estará de alta mucho más rápido.
SAM leve
El bebé estará en una incubadora, recibiendo aspiración y fisioterapia respiratoria para drenar todo el líquido meconial. Cada hora se revisarán sus signos vitales y la evolución del problema respiratorio. Cuando su respiración sea normal, menor a 60 respiraciones por minutos, podrá lactar o comer por vía oral. Si la frecuencia respiratoria es muy rápida va a necesitar ser alimentado por sonda.
SAM grave
Estos pequeños pasan a hospitalizarse en unidades de cuidados intensivos porque necesitan de intubación para respirar y manejo exhaustivo de los líquidos corporales. Reciben como alimentación soluciones de dextrosa endovenosa. Por medio de diversos catéteres se administra suero y electrolitos, para compensar la acidosis metabólica del niño. También se pueden sumar antibióticos cuando se sospecha que se encuentra infectado. La estancia del bebé en el hospital bajo estas condiciones es larga.
Las causas que originan este problema son muy diversas, el sufrimiento fetal es la principal. Este puede venir dado por enfermedades de la madre, del niño o problemas a la hora del parto. Estimar su aparición es muy difícil. Pero, con el adecuado control prenatal e intraparto tu obstetra podrá diagnosticarlo con éxito e iniciar el tratamiento apenas ocurra el nacimiento.
La sospecha de un SAM es criterio para cesárea de emergencia. Si rompes aguas en casa y vez unos grumos o vetas verdes o negras en el líquido amniótico acude de inmediato a un centro de salud.
- Beltrán, N. C., Montoya, M. A., & Tapia, H. L. (2006). Síndrome de aspiración meconial. Medicina, 11(2), 158-163.
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