Cuando los vómitos no cesan es conveniente acudir cuanto antes a una consulta médica para iniciar un tratamiento que no ponga en peligro tu vida y la del bebé.
El tratamiento para controlar las náuseas es muy sencillo. Lo primero que harán en el hospital es suministrarte líquidos por vía intravenosa para combatir la deshidratación.
A la vez, ingerir complejos vitamínicos del grupo B en el suero intravenoso es otra alternativa para disminuir la molesta sensación de querer vomitar.
Los médicos recomiendan medicamentos mientras estás hospitalizada, e incluso al ser dada de alta algunas mujeres necesitan terapia intravenosa regular desde sus casas.