Tratamientos para la cistitis en el embarazo

¿Te han diagnosticado cistitis? ¿Estás embarazada? No entres en pánico. El tratamiento de la cistitis en el embarazo es un procedimiento rutinario, ya que, esta enfermedad es muy común en esta etapa. A continuación, encontrarás toda la información médica referente al tratamiento para la cistitis durante el embarazo. ¡Sigue leyendo!

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Los antibióticos: necesarios para tratar la cistitis

La cistitis explica la colonización de la vejiga por microorganismos patógenos. Entonces, es fácil entender que se requieren antibióticos erradicar a estas bacterias que lesionan tu vejiga. No importa cuántas personas aseguren que los té y hierbas te van a sanar, no les creas. Los tratamientos caseros pueden mitigar los síntomas de la cistitis, pero las bacterias seguirán allí haciendo daño.

La cistitis puede causar problemas como ruptura prematura de membranas, parto pretérmino, restricción del crecimiento intrauterino o bajo peso al nacer tu bebé si no se cura a tiempo.

Así que apenas sientas los síntomas, acude a la consulta de tu ginecólogo para que el indique el antibiótico y las dosis que necesitas.

Tratamiento de la cistitis en mujeres embarazadas

Una vez realizado tu examen de orina o cultivo, toca identificar si es una infección complicada o no. ¿Cuándo se puede decir que una infección es complicada? Cuando tienes cálculos renales, un solo riñón, cualquier enfermedad del riñón, malformaciones de las vías urinarias o si eres diabética.

De esta manera, si la infección es complicada, hay que hacer un urocultivo con antibiograma para así ver que antibiótico es el adecuado para la bacteria.  Una vez se pueda ver la gama de los antibióticos que combaten la infección tu médico decidirá cuál es el indicado para ti.

Se considera también una infección complicada cuando has sufrido varias infecciones urinarias previas y has sido tratada con antibióticos. Asimismo, ten en cuenta que no todos los antibióticos pueden ser usados en el embarazo. Por eso, es importante acudir a tu médico y no automedicarte.

Si la infección no es complicada se puede iniciar un tratamiento empírico con Nitrofurantoina, un antibiótico. Este medicamento es es la primera opción de tratamiento, sin importar la edad, semanas de embarazo que tengas o las complicaciones asociadas.También pueden usarse la Amoxicilina, la Ampicilina y la Amoxicilina con acido clavulánico. Pero, si eres alérgica a la penicilina o cualquiera de sus derivados tu médico te recetará el Trimetropin sulfametoxazol o la Cefuroxima.

Al culminar el tratamiento tu doctor te solicitará otro examen de orina que demuestre que ya no tienes infección. Los urocultivos control se indican entre la segunda y la cuarta semana después de haber culminado el tratamiento con antibióticos. Se indica tanto en cistitis complicadas como no complicadas.

Hay otros fármacos que sirven para relajar y aliviar el dolor de las vías urinarias. Si las molestias que sientes son muy severas pregunta a tu médico y él te indicará alguno de ellos.

Medidas complementarias para curar la cistitis si estás embarazada

Además de los antibióticos que te recete tu médico, puedes seguir ciertas medidas complementarias para aliviar la cistitis. Estas por sí solas no son suficientes para curar la enfermedad, pero ayudan a sanar.

• Ingiere los arándanos rojos, ya que esto aumenta y refuerza el aparato urinario evitando que se acumulen bacterias.
• Toma muchos líquidos. Aunque esto parezca que no funciona la realidad es otra, ya que tomando liquido la vejiga puede hacer su proceso de limpieza y te ayuda a que la infección vaya cediendo.
• Lleva una dieta rica de verdura y frutas, ya que este tipo de alimento fortalece tu aparato reproductor y urinario.
• Mantén una higiene adecuada. Usa siempre jabón neutro para lavar tus genitales y hazlo siempre desde adelante hacia atrás, nunca al revés, porque llevaras las bacterias de tu ano y vagina hacia la uretra.
• Mientras tengas la infección usa solo ropa interior de algodón y lo más suelta posible. No uses pantalones muy ajustados, ya que el calor y la humedad favorecen la proliferación de las bacterias.