Si vas a dar a luz dentro de poco, una de las cuestiones que deberás contemplar en tu plan de parto es si deseas parir con anestesia o si por el contrario, prefieres dar a luz sin la epidural. Repasamos los efectos secundarios de este tipo de anestesia y las ventajas de dar a luz sin epidural. ¿Nos acompañas?
Alexandr Kazharski
En general, uno de los motivos que suelen esgrimir todas las mujeres que piden la anestesia epidural en su parto es, precisamente, el miedo a sentir dolor, especialmente cuando se trata del parto de una madre primeriza.
A día de hoy, todas las clínicas y hospitales ofrecen a las futuras mamás la posibilidad de dar a luz sin epidural, por ello, antes del parto las madres que deseen recibir este tipo de anestesia deberán firmar un documento en el que se autoriza al personal sanitario a poner la epidural durante fase de dilatación del parto.
Sin embargo, el temor a los efectos secundarios que puede tener este tipo de anestesia son, a menudo, uno de los principales motivos por los que muchas madres deciden prescindir de la epidural en su parto.
En este sentido, los profesionales médicos suelen reconocer que la analgesia epidural es, a día de hoy, una de las mejores opciones para aliviar el dolor de las contracciones durante el parto. Aunque en muchas ocasiones este tipo de anestesia no es la solución definitiva para el dolor de la futura mamá.
Los 4 efectos secundarios de la epidural
Como toda anestesia o tratamiento analgésico, la epidural no está exenta de producir algunos efectos secundarios que pueden afectar directa o indirectamente al curso normal del parto.
- Uno de los efectos secundarios más comunes es la ralentización del parto, ya que una vez que se administra la epidural a la futura mamá, esta adopta una postura pasiva durante el parto, ya que no puede sentir las contracciones, y por lo tanto, no puede determinar con certeza cuando tiene que empujar.
- En este sentido, los partos que se prolongan demasiado en el tiempo tienen muchas más probabilidades de acabar siendo partos asistidos, en los que se tenga que extraer al bebé con algún tipo de instrumento especial como los fórceps o las ventosas.
- Las mujeres que optan por la anestesia epidural en su parto pueden padecer también fuertes dolores de cabeza en los días posteriores a dar a luz. Aunque estas molestias no suelen durar más de tres o cuatro días, en ocasiones, el dolor de cabeza puede ir también acompañado de vértigos.
- Finalmente, las náuseas y los dolores lumbares intensos pueden ser también pequeñas secuelas de la epidural en los días posteriores al parto.
Ventajas del parto sin epidural
Aunque el alivio del dolor es, sin duda alguna, una de las grandes ventajas que proporciona la anestesia epidural en un parto, muchas mujeres que han prescindido de esta anestesia al dar a luz reconocen también muchas ventajas con la elección.
- Numerosos estudios científicos han corroborado que las mujeres que escogen un parto vaginal sin epidural, están más satisfechas. Y es que, según estas madres, su vivencia del parto fue mucho más intensa que el de las madres que optan por la anestesia epidural.
- Asimismo, se ha demostrado que los partos naturales sin anestesia son partos que precisan de una menor intervención médica. Ya que en este tipo de alumbramientos es menos probable el uso de instrumentos médicos (fórceps, ventosas...etc.), tienen menos probabilidades de practicar episiotomías, y son partos con menos probabilidades de acabar en cesáreas.
- Además, las madres que han dado a luz sin epidural adminten que su proceso de recuperación ha durado en torno a los dos días, mientras que las madres que optan por la epidural necesitan entre tres y cuatro días para recuperarse del parto.
En definitiva, si eres primeriza, recuerda que para diseñar tu plan del parto es necesario que evalúes las ventajas del parto sin epidural y los efectos secundarios de este tipo de anestesia. De esta manera, podrás sopesar la posibilidad de dar a luz sin epidural.
