Es cierto que una mujer a partir de los 35 años ve muy disminuida su fertilidad, y, a partir de los 40 es cuando va siendo realmente complicado conseguir un embarazo. A esta edad es posible tener problemas de infertilidad. Además de que es complicado, cuanto mayor es la edad, engendrar un bebé, pueden haber complicaciones o problemas médicos, por lo que es conveniente consultarlo previamente con un experto y llevar un correcto seguimiento del embarazo a partir de los 40 años.

Antes de conocer todos los datos sobre la fertilidad de la mujer a los 40, descubre 4 cosas que no sabías del embarazo a los 40 años. ¡No te lo pierdas!

Fertilidad en la mujer a los 40

Lo que ocurre a partir de los 35 años es que va disminuyendo cada año un 15% la fertilidad de la mujer, el útero y los ovarios empiezan a envejecer y también disminuye la calidad de los ovocitos, por lo que las probabilidades de conseguir un embarazo empiezan a disminuir.

De todos modos, la fertilidad a los 40 puede ser superior en caso de que una mujer se encuentre completamente sana, haya tenido siempre unos buenos hábitos de alimentación, no tenga sobrepeso, no fume y no tome alcohol ni drogas.

De cualquier modo, si crees que puedes tener problemas para concebir lo ideal es que sometas a las pruebas de fertilidad y salir de dudas para poder ser madre a los 40.

Se debe ser consciente del desgaste de cada cuerpo y tener en cuenta si es posible lograr un embarazo, ya que si la salud está débil o existen problemas de otros tipos puede ser más recomendable que no se queden embarazadas para no sufrir ningún tipo de malformación o complicaciones durante la gestación. Es conveniente, por lo tanto, consultar previamente con un médico, realizar los análisis pertinentes y determinar si se está en correctas condiciones para concebir un bebé.

Como ya sabemos, quedarse embarazada a los 40 años puede tener sus aspectos positivos y sus aspectos negativos, ya que se tiene una mayor experiencia y una mejor situación económica pero también existe riesgo de complicaciones, problemas a la hora de quedarse embarazada y dificultades posteriores. Todo ello es aconsejable estudiarlo previamente para determinar el correcto funcionamiento y las posibles consecuencias de un embarazo a una edad avanzada.