Durante el parto puede ser necesario realizar un pequeño corte quirúrgico sobre la pared vaginal conocido como episiotomía. Esta herida como cualquier otra, puede tener sus complicaciones e infectarse. El enrojecimiento, la inflamación o el dolor son algunos de los síntomas de una episiotomía infectada.

Síntomas de una episiotomía inflamada

La episiotomía frente al desgarro es básicamente una intervención controlada. Para saber si una episiotomía está infectada es importante que prestes atención a una serie de signos que podrían estar indicando que algo no va bien. A continuación te mostramos los síntomas más comunes de una episiotomía infectada:

• Aparece un dolor punzante que antes no estaba presente en la zona.
• Existe un enrojecimiento permanente alrededor de la herida.
• Aparecen secreciones en la herida que antes no existían.
• Mal olor en dichas secreciones.
• La herida está inflamada y hay edema en la zona.

Los cuidados tras una episoitomía o un desgarro deben ser muy cuidadosos, ante cualquier duda sobre los síntomas de la episiótomía infectada consulta con tu especialista.

Cómo tratar la infección de la episiotomía

En cuanto percibas cualquiera de estos síntomas tras el embarazo y el parto es importante que acudas al médico para que evalúe la situación de tu herida. Por lo general, la infección  de la episiotomía suele tratarse con antibióticos y curas. Para evitar que tu episiotomía se infecte es importante que:

• Laves correctamente la herida todos los días. Este proceso se realizará de forma externa y de adelante hacia atrás.
• Limpia la zona con un jabón neutro y agua templada. No utilices la misma esponja todos los días. Es preferible que te laves con una gasa desechable. También puedes probar con algunos remedios naturales para curar la episiotomía como el aceite de lavanda.
• Seca la zona con una toalla limpia y suave. Recuerda. Siempre de adelante hacia atrás.
• Procura evitar productos antisépticos que pueden irritar bastante la herida.
• No uses productos yodados pues pueden afectar a la leche materna.
• Consulta con tu especialista para que te indique qué tipo de cicatrizante puedes usar.
• Si puedes deja la zona al aire unos minutos cada día para favorecer su respiración y sanación.

Nunca te laves la herida más de dos veces al día.