Los loquios son el flujo vaginal que se produce tras el parto. Cuando en lugar de producirse un alumbramiento natural se requiere de una cesárea la mujer tiene menos probabilidades de sangrar tras el parto. Pero ¿qué pasa con el flujo tras una cesárea?

Las pérdidas vaginales tras un parto y el embarazo son muy habituales. Es la manera que tienen el cuerpo de la mujer de limpiarse. Estos loquios están compuestos de sangre, residuos, mucosidad y tejido del útero.

Durante los primeros días tras la cesárea estas pérdidas pueden ser bastante más intensas. Aunque no todas las mujeres las experimentan de igual manera. El flujo puede ser más oscuro y espeso, reduciéndose esta cantidad con el paso de los días durante el postparto o puerperio

Cómo debe ser el flujo vaginal tras un parto por cesárea

Los cuidados que necesitas después de una cesárea incluye el reconocimiento del flujo vaginal en el embarazo, este es indicativo de que todo va correctamente en tu organismo. El proceso habitual de los loquios tras una cesárea es el siguiente:

1. Loquios rojos durante los primeros 5 días aproximadamente. Es muy parecido a una menstruación que puede incluir pequeños coágulos.
2. Loquios más rojizos a partir del quinto día tras el parto. Las pérdidas se vuelven más oscuras y consistentes.
3. Loquios blancos a partir del séptimo día después de una cesárea. El cuerpo de la mujer comienza a regularse y su flujo es cada vez más blanquecino y cremoso.

¿Cuándo hay que preocuparse por el flujo vaginal después de una cesárea? Si te han hecho una cesárea y tienes pérdidas de sangre y flujo por un periodo de tiempo de más de dos semanas deberás acudir a tu médico. De la misma forma que si observas que tu flujo es de color amarillento o averdosado y presenta un dolor desagradable. Esto puede ser un indicativo de que existe una infección.

Observa tu flujo durante todo el postparto para evitar posibles complicaciones. Nuestro cuerpo es muy sabio y te dará pistas si algo no anda bien.