La cesárea es una intervención quirúrgica para dar a luz que da lugar a una herida y posterior cicatriz. Durante el proceso de recuperación puede que esa herida se infecte dando lugar a lo que se conoce como seroma. Sigue leyendo y toma nota de cómo tratar un seroma tras la cesárea.

Qué es un seroma

¿Es posible tener un seroma después de la cesárea? El seroma es una pequeña complicación que puede darse tras un parto por cesárea. Esta infección se caracteriza por la aparición de:

• Hinchazón alrededor de la herida y dolor en la cicatriz de la cesárea.
• Supuración de un líquido blanquecino.
• Dolor localizado.
• Enrojecimiento de la piel.
• Coloración de la herida rojiza o marrón.

El seroma surge durante las primera y segunda semana del postoperatorio, y la principal causa de un seroma después de un parto por cesárea es la acumulación de líquido en el espacio muerto entre las capas de piel.

No olvides que la recuperación después de una cesárea siempre es más complicada que tras un parto vaginal, por lo que debes tener paciencia.

Cuidados de un seroma tras un parto por cesárea

Si la acumulación del líquido no puede ser absorbida por el cuerpo entonces se requiere de un drenaje colocado en la herida. También se puede remover este líquido mediante una jeringuilla. En los casos más leves los cuidados necesarios serán:

• Mantener una correcta higiene.
• Lavar la herida con agua y jabón sin perfumes ni alcohol.
• Secar la herida con gasas y de manera muy suave.
• La toma de analgésicos y anti inflamatorios para calmar el dolor.
• El uso de prendas compresivas.
• La reducción de tu actividad física.
• Dejar que la herida respire de vez en cuando al aire libre.

¿Es posible tener un seroma después de la cesárea? No es una de las complicaciones más graves, pero sí una de las más frecuentes. Si el seroma se complica puede llegar a necesitar de una nueva cirugía para su correcto drenado. Ante cualquier duda consulta siempre con tu médico.