La fenilalanina es un aminoácido esencial que nuestro organismo no es capaz de producir y, por lo tanto, tan sólo lo obtenemos a partir de la dieta o mediante suplementos alimenticios.

Entre sus funciones destaca la de mantener activo nuestro cerebro y un buen estado anímico, ya que ayuda a aumentar el nivel de endorfinas del organismo. También ayuda a producir tiroxina, la hormona que se encarga de que la glándula tiroides funcione. Además, disminuye la sensación de dolor, controla el apetito y forma colágeno.

La carencia de fenilalanina en el organismo puede provocar un ritmo cardíaco alterado, reflejos o reacción débil o enfermedades como fenilcetonuria y alcaptonuria. Las mujeres embarazadas deben mantener niveles adecuados de fenilalanina. Los niveles elevados de fenilalanina en la sangre materna son nocivos para el feto y pueden provocar problemas cardíacos, microcefalia, retraso del crecimiento y retraso mental.