A muchas mujeres le dan calambres en las piernas y en los pies durante el embarazo siendo una molestia que se manifiesta sobre todo por la noche o al estirar el pie poniéndolo en punta. Los espasmos musculares se deben al cambio en el que el cuerpo procesa el calcio. Los calambres podrán empezar en el segundo trimestre e ir a peor a medida que avance el embarazo.

La mitad de las mujeres embarazadas sufren los calambres en algún momento del embarazo siendo más común durante el segundo y tercer trimestre. Dichas molestias no afectarán al bebé ni a la embarazada pero serán muy incómodos.

El dolor provocado por la tensión muscular puede ser muy intenso interrumpiendo el sueño de la embarazada, debido a que el retorno venoso es más lento y producirá contracciones musculares en las pantorillas y los pies.