Uno de los síntomas más frecuentes durante el embarazo son los golpes de calor, especialmente cuando la gestación ocurre durante los meses de verano. Si vas a ser mamá y sufres incómodos golpes de calor, te contamos varios consejos para usar el aire acondicionado durante el embarazo.

Cada embarazo es diferente, y puede variar mucho de una mujer a otra e, incluso, de una gestación a otra. Y precisamente, uno de los factores que más influyen en el transcurso del embarazo es la época del año en el que este se desarrolla.

Cuando toca vivir un embarazo durante los meses de más calor del año, es totalmente normal que la futura mamá sufra incómodos golpes de calor. Algunos síntomas pueden ser la sudoración, el insomnio, la hinchazón en las articulaciones o los descensos bruscos de tensión arterial.

Comprar un aire acondicionado puede ser una buena solución para acabar con los molestos golpes de calor durante el embarazo. Sin embargo, es conveniente hacer un uso adecuado de estos aparatos para proteger la salud de la futura mamá.

Consejos para utilizar correctamente el aire acondicionado en el embarazo

Cuando llega el verano, las altas temperaturas empiezan a causar estragos, especialmente en las embarazadas. La solución es recurrir a los aparatos de aire acondicionado, pero si estás embarazada, es conveniente que evites exponerte a cambios de temperatura que puedan afectar a tu salud.

Te contamos, a continuación, unos cuantos consejos para utilizar correctamente el aire acondicionado durante el embarazo:

1. Respeta la temperatura ideal

La principal función que cumple el aire acondicionado es hacerte sentir bien, que te sientas a gusto en el ambiente en el que estás, sin tener que desperdiciar energía. Por supuesto, también sin pasar frío.

Por ello, el primer consejo que debes seguir para usar bien el aire acondicionado en el embarazo es respetar siempre la temperatura ideal. Según aconseja el Ministerio de Industria, esta temperatura es de 24 grados, ya que se considera una temperatura suficiente como para sentirse cómoda en el interior de una vivienda.

2. Mantén la boca siempre húmeda

Los aparatos de aire acondicionado tienden a secar la garganta y las vías respiratorias. Por tanto, si estás embarazada y pones el aire acondicionado, debes procurar tener la boca siempre húmeda y bien hidratada.

Algunos aires acondicionados incorporan la función humidificadora. No obstante, si tu aire acondicionado no la tiene, puedes recurrir a un humidificador externo para mantener una correcta humedad en el ambiente.

3. No te expongas directamente al aparato de aire acondicionado

Durante las horas de sueño, no es conveniente hacer una exposición directa a la corriente de aire acondicionado que sale a través del aparato debido a que puede provocar cambios bruscos en la temperatura corporal.

En concreto, durante el embarazo, se deben evitar los cambios bruscos de temperatura porque la inmunidad de la futura mamá está más debilitada, ya que comparte su proteína y su fuerza con el bebé que lleva en su vientre.

4. Mantén a punto todos los aparatos de aire

Para asegurar un correcto funcionamiento del aire acondicionado y conseguir que funcione de la forma más eficiente posible, todos los equipos de aire acondicionado precisan de unas pequeñas actuaciones de mantenimiento.

Para ello, una de las tareas que hay que hacer periódicamente es limpiar los filtros de las unidades interiores, así como la batería de la unidad exterior. Lo ideal es que este tipo de mantenimiento se haga, aproximadamente, dos veces al año. Puedes hacerlo tú misma o bien, llamar a un técnico que se encargue de poner a punto todos los aparatos de aire acondicionado que tengas en casa.

Con estos consejos, ¡pondrás solución a los incómodos golpes de calor!