La limpieza del hogar cuando hay un bebé en casa es especialmente importante para crear un ambiente seguro y saludable. Los bebés son más vulnerables a los gérmenes y alérgenos, por lo que es esencial realizar una limpieza a fondo. Los más pequeños suelen estar en contacto con diferentes zonas de la casa, por lo que es importante que la casa esté limpia y desinfectada. Te damos una serie de pautas para ayudarte a mantener un hogar limpio y seguro para ti y tu bebé. ¡Sigue leyendo y toma nota!

Trucos esenciales para mantener la casa limpia

Tener la casa limpia nos aporta orden y tranquilidad. Sin embargo, cuando tenemos niños pequeños, esto es aún más importante. Te decimos cómo lograrlo con los siguientes trucos y consejos:

Mantén una rutina de limpieza regular

Establece un horario de limpieza para mantener la casa en orden y evitar que se acumule el desorden es fundamental. Esto te permitirá abordar todas las áreas de la casa y cumplir con las diferentes tareas con regularidad. En caso de no tener tiempo o necesitar una limpieza a fondo, siempre se puede recurrir a profesionales que realicen esta tarea. Sin duda, es una opción muy cómoda y útil que supone una gran ayuda para muchas familias.

Evita el uso excesivo de productos químicos

Los bebés pueden ser sensibles a ciertos productos de limpieza y químicos fuertes. Por ello, opta por limpiadores suaves y naturales siempre que sea posible. En este sentido, los productos a base de vinagre, bicarbonato de sodio o limón pueden ser alternativas seguras y eficaces.

Lava y desinfecta los juguetes

Los juguetes de los bebés pueden acumular gérmenes rápidamente, especialmente aquellos que se llevan a la boca. Por tanto, recuerda lavar los juguetes de plástico, goma o tela con agua y jabón suave de forma regular. A su vez, es importante que los desinfectes según las indicaciones que incluya el fabricante del producto.

Mantén las superficies limpias

Limpia y desinfecta regularmente las superficies que el bebé toca con frecuencia, como las encimeras de la cocina, las mesas de juego y las barandillas de la cuna.

Lava la ropa y la ropa de cama con regularidad

Lava la ropa del bebé y la ropa de cama con un detergente suave y sin fragancia. Presta atención a las instrucciones de lavado para mantener la ropa limpia y en buen estado durante el mayor tiempo posible.

Aspira y limpia el suelo

Los bebés tienden a gatear y pasar tiempo en el suelo, por lo que es esencial mantener el suelo limpio. Para ello, aspira regularmente la casa para eliminar el polvo, los alérgenos y la suciedad.  Por otro lado, también es esencial limpiar las manchas y los derrames de inmediato.

Controla la humedad

La humedad puede promover el crecimiento de moho y ácaros del polvo, lo que puede ser perjudicial para el bebé. Para evitarlo, usa un deshumidificador si es necesario para mantener un nivel adecuado de humedad en el hogar.

Mantén a las mascotas limpias

Si tienes mascotas, asegúrate de que estén limpias y bien cuidadas. Lo más recomendable es lavar las camas y los juguetes de las mascotas con regularidad y evitar que las mascotas entren en las áreas donde el bebé juega o duerme.

Lava tus manos con frecuencia

Lavarte las manos regularmente es una de las formas más efectivas de prevenir la propagación de gérmenes. Asegúrate de lavarte las manos antes de tocar al bebé, especialmente después de haber estado en contacto con objetos sucios o al regresar a casa.

Supervisa al bebé durante la limpieza

Siempre mantén un ojo en el bebé mientras limpias, especialmente si estás utilizando productos de limpieza. Algunos productos pueden ser tóxicos si se ingieren o se inhalan en grandes cantidades. Por ello, ten cuidado para que esté alejado de este tipo de productos y esté seguro en todo momento.

Siguiendo estas pautas, podrás mantener un hogar limpio y seguro para tu bebé, proporcionándole un ambiente saludable para su desarrollo y bienestar. Recuerda que la seguridad y el bienestar del bebé deben ser la prioridad número uno.