El embarazo es el periodo más especial en la vida de una mujer, sin embargo, esta etapa de nueve meses se puede hacer algo menos llevadera si te ha tocado vivirla durante los meses de verano.

Las altas temperaturas propias de estos meses, junto con las molestias que puedes experimentar a partir del tercer trimestre de gestación, pueden convertir el verano en todo un reto a superar. Toma nota de estos cinco consejos que te ayudarán a sobrevivir al verano si estás embarazada.

Combatir el calor

El calor del verano se puede convertir en tu peor enemigo, para evitarlo, trata de llevar siempre ropa cómoda y de tejido transpirable, procura que tus salidas siempre sean a lugares frescos (a ser posible a zonas que cuenten con aire acondicionado), hidrátate al máximo, y no dudes en darte una ducha de agua fresca tantas veces como lo necesites a lo largo del día.

Viajar en verano

Durante el embarazo, también es importante desconectar de la rutina diaria y salir de casa unos días. Aunque sientas mucha pereza por tener que hacer las maletas y desplazarte a otro lugar, si tienes la oportunidad de hacer un viaje este verano, no te lo pienses, te va a venir muy bien y volverás con las pilas cargadas para enfrentarte a la recta final de tu embarazo.

A la hora de viajar puedes escoger un destino de costa o de interior, como por ejemplo, un hotel en Tenerife, o una casita rural en los Pirineos. Lo más importante es que tengas en cuenta que si vas a viajar en coche, has de realizar un descanso cada dos horas de viaje, para estirar las piernas y tomar un poco de aire.

Si tu viaje será en avión, es probable que la compañía aérea te pida un informe médico si estás de más de 28 semanas, para comprobar que puedes viajar sin ningún tipo de riesgo. Es importante recordar que las embarazadas, a partir de la semana 36 de gestación, no pueden viajar en este medio de transporte. Lo mismo te ocurrirá si viajas en barco, y además, también te pedirán una certificación médica.

Dormir mejor

Las altas temperaturas de las noches de verano suelen suponer una gran dificultad para las embarazadas, ya que la sensación de calor durante el embarazo es mayor y por lo tanto, es normal que te cueste coger el sueño, e incluso que haya noches que no logres pegar ojo.

Un buen truco para conciliar el sueño durante el embarazo en verano es ventilar bien la habitación unas horas antes de irte a la cama. Pero si el calor aprieta mucho y no consigues dormir, no dudes en utilizar un ventilador o aparato de aire acondicionado cuando llegue la hora de acostarse.

Trata de meterte en la cama con ropa muy cómoda y ligera, evita las cenas copiosas, y haz algo de ejercicio durante el día para que llegues más cansada a la cama cada noche.

Tomar el sol con precaución

Durante el embarazo has de tener especial cuidado con los rayos del sol, ya que durante esta época de tu vida te pueden salir algunas manchas en la piel provocadas por el aumento de las hormonas y el efecto del sol.

Si vas a la playa o a la piscina trata de usar siempre una buena sombrilla, y mientras te bañas procura llevar en la piel un protector solar de pantalla total. Además, y para evitar que te baje la tensión, evita la exposición al sol durante las horas centrales del día.

Evitar la retención de líquidos

Durante el tercer trimestre del embarazo es muy frecuente sufrir retención de líquidos que puede provocar una desagradable hinchazón en pies y manos, algo que agravan, y mucho, las altas temperaturas del verano.

Puedes evitarlo bebiendo agua en abundancia (unos dos litros al día), y haciendo ejercicios y estiramientos mientras disfrutas de un baño en la playa o en la piscina.