Durante los primeros años, la educación del bebé es un aspecto fundamental. Dejar que el pequeño dé sus primeros pasos, descubra su alrededor y aprenda de forma autosuficiente es una perspectiva que cada vez siguen más padres. Una tarea que no es tan sencilla como parece, ya que requiere de mucha atención y paciencia por parte de los padres. Su papel es el de guiar al bebé en cada una de las etapas de su crecimiento, dejándoles libertad para que aprendan por sí mismos.

Este modelo educativo se denomina Método Montessori y fue ideado por la filósofa y educadora italiana María Montessori. ¿Quieres saber de qué se trata y cuáles son las ventajas para el bebé? En el artículo de hoy, te explicamos todo lo que debes saber sobre este método educativo.

El método Montessori

El método educativo Montessori parte de la teoría de que los niños deben tener una libertad completa para aprender ellos solos. El niño adquiere un papel activo y protagonista en un entorno adecuado que fomente su correcto desarrollo y comprensión. Por tanto, el ambiente en que se deben desenvolver tiene que ser de respeto, cariño y comprensión. En este sentido, los padres y los profesores tienen el objetivo de orientar al pequeño mostrándole su entorno y sus límites de manera poco restrictiva.

Actualmente, es un modelo de educación que se utiliza en muchos centros y escuelas a nivel internacional. La labor que tiene el asistente Montessori de 0 a 3 años es el de orientar, guiar e impulsar las habilidades y los conocimientos de los bebés en esta primer etapa de crecimiento. Para ello, existen centros formativos como el International Montessori Institute donde preparan a educadores para que trabajen este método en las escuelas.

¿Cómo implementar este método?: Elementos y características

Los niños aprenden de aquello que les rodea. Si quieres aplicar el Método Montessori, estos son los elementos que debes tener en cuenta:

Dejar que descubra su entorno

Los niños tienen una gran capacidad para aprender y adquirir nuevos conocimientos, sobre todo en sus primeros años de vida. Por tanto, deja que explore de forma autónoma los objetos, los juguetes, su relación con las personas y las diferentes situaciones en las que se encuentre. Estas experiencias le ayudarán a crecer y a desarrollarse.

Crear un ambiente tranquilo y estimulante

La habitación del bebé es el entorno más íntimo en el que el niño dormirá, jugará y donde estará más tiempo. Por tanto, este lugar tiene que contener los elementos imprescindibles, sin tener demasiadas cosas y estar sobrecargada. En los primeros años, la cuna, el cambiador, el armario, una cesta con sus juguetes y unas fotos o vinilos decorativos en la pared bastarán.

Por otro lado, debe haber una buena iluminación. Instala luces que tengas varios niveles de luz y así poder encenderlas en función de lo que el bebé necesite. Por ejemplo, una luz con efecto suave durante la noche.

Es importante que juegue para aprender

Los niños todo lo ven como un juego, ya que para ellos todo es nuevo y diferente. Existen otros cursos Montessori para la etapa de 0 a 3 años que puedes encontrar en el International Montessori Institute y ayudan a que los niños aumenten sus capacidades mediante los conocimientos que proporcionan los juegos.

Por tanto, dejar que los niños jueguen y aprendan al mismo tiempo tiene muchos beneficios para ellos.  Ello favorecerá el desarrollo de capacidades como la vista, el oído y el tacto. Además, se estimulará el deseo de aprender y la inteligencia. Por otro lado, aumentará su coordinación psicomotora y podrá descubrir emociones y sentimientos.

Priorizar los objetos conocidos y reales en su aprendizaje

Utilizar objetos reales y mostrarle situaciones a las que se encuentre en su día a día permitirá que construya su propia realidad. En vez de contarle historias de ficción y fantasía, enséñale historias reales o aspectos que le sean de utilidad durante esta etapa de crecimiento. Posteriormente, podrá distinguir entre lo que es realidad y lo que es imaginación.

Estos son los aspectos básicos del Método Montessori que ayudarán a que el bebé aprenda por sí mismo y adquiera sus primeros conocimientos y habilidades. Porque, sin duda, los primeros años de vida serán los más importantes para que tenga un correcto desarrollo.