La incontinencia urinaria  no tiene que convertirse en motivo de preocupación mientras estás embarazada. Toma tus precauciones y en tu afán por revertir el problema no dejes de hidratarte, pues podrías ocasionarte una infección urinaria.

Bebe líquidos que no irriten tu vejiga. Son perjudiciales los cítricos, gaseosas y el café en exceso.

Consume alimentos balanceados que favorezcan su digestión, cuando las personas se estriñen nuevamente la vejiga es presionada dando lugar a los escapes de orina.

Evita el sobrepeso. Si le sumas a tu embarazo kilos extras producto de una mala alimentación la vejiga tendrá aún mas presión.

El aseo es siempre una buena manera de prevenir cualquier enfermedad. Realiza tu higiene íntima limpiándote de adelante hacia atrás. Considera que las infecciones vaginales y urinarias también se originan por una inadecuada limpieza genital.

Practique los ejercicios kegel para favorecer el funcionamiento de la uretra y evitar la incontinencia urinaria en el post parto. ¿De que forma? Durante el día realiza 25 contracciones 3 veces al día. Si necesitas cerciorarte de estar haciéndolo correctamente prueba cuando vayas al baño reteniendo la orina por segundos y continua  practicando este ejercicio hasta completarlo.

Te aconsejamos no desistir del tratamiento ni apresurarlo si no notas una recuperación inmediata. Quizá tardes cerca de un mes en experimentar una mejoría.