Cómo empezar a crear el vínculo entre la madre y el bebé

Ser madre

Cómo empezar a crear el vínculo entre la madre y el bebé

Cuando un bebé llega a este mundo es una criatura pequeña y desvalida que solo tiene la protección de sus padres. En este caso, el vínculo afectivo con la madre es sumamente importante para su desarrollo una vez fuera del útero materno. Gracias a este amor y apego podrá crecer feliz y sano. Hoy vamos a enseñarte a cómo potenciar el vínculo madre e hijo.


HTeam1000 || Shutterstock

La importancia de fomentar el vínculo afectivo entre la madre y el recién nacido

Siempre se ha dicho que el amor es el motor que mueve el mundo. Y no podría ser más cierto. Un niño sin afecto podría llegar a morir. Esta es la razón por la que se insiste tanto a las madres en crear y mantener esa relación madre e hijo tan imprescindible. Tú eres la propia fuerza que necesita tu hijo para seguir creciendo.

Todo recién nacido lleva en sus genes establecer esta relación con su madre. Es la manera que tiene de sentirse protegido. Además, de la alimentación, el calor y la higiene tu hijo necesita de cariño y confianza. Esto es lo que se conoce como apego madre e hijo y es fundamental para su supervivencia.

Cómo desarrollar el vínculo afectivo entre madre y recién nacido

La verdad es que al igual que tu hijo lleva escrito en sus genes su necesidad por ti, tú como madre desde el embarazo llevas en los tuyos la protección y el cuidado hacia él. Es decir, tu instinto maternal. Para que este vínculo entre madre y bebé sea mucho más fuerte te aconsejamos que:

  • Mediante la haptonomía prenatal y las caricias puedes empezar crear el vínculo entre madre y hijo, ya desde el vientre puede sentirte y tú a él ¿por qué esperar?
  • Tu voz es seguramente el primer contacto que tendrá contigo, por ello hablar durante el embarazo conlleva una serie de beneficios para él que no puedes dejar pasar.
  • Tras el parto, no dejes de acariciar a tu bebé mirándole a los ojos y sonriendo. Esta es una manera de estrechar vuestros lazos y hacer sentir a tu hijo querido. Las caricias son una forma de comunicación que no solo transmiten amor sino también protección. Si a todo esto le añades una sonrisa tu bebé se sentirá relajado y tranquilo. Sobre todo, en los momentos más complicados para él. Debido a este vínculo, el recién nacido sólo quieres estar con la mamá y no con el padra, este reconoce su latido, su voz o incluso su olor.
  • Por otro lado, si miras atentamente a tu bebé durante las tomas de la lactancia materna, potenciarás aún más el vínculo afectivo entre madre y recién nacido.
  • Practica el colecho. Esta es una técnica que ayuda a unir lazos entre madre e hijo. Durante los primeros meses de vida tu hijo se sentirá desvalido. Hasta hace poco estaba calentito y protegido dentro de tu vientre. Pero ahora siente frío, hambre y hasta soledad. Duerme con él durante la lactancia materna y siempre que puedas hazle sentir que no está solo.
  • La importancia de los juegos con tu hijo. Este es un momento perfecto para que vuelvas a ser niña con tu bebé. Juega con él. Hazle carantoñas, cosquillas, bromas, juegos y no dejes de sonreír mientras lo haces. Además, de divertiros tu hijo aprenderá cosas nuevas cada día.
  • Un buen baño en compañía. Muchas madres optan por bañarse junto a sus bebés recién nacidos. Se trata de otra manera de potenciar ese vínculo afectivo entre madre e hijo que además reduce los primeros miedos de tu bebé.

Goran Bogicevic || Shutterstock

  • El papel de la empatía. Recuerda que aunque tu hijo no pueda hablar todavía necesita que le comprendas. La empatía es una manera de demostrarle a tu bebé que entiendes sus malos momentos y estás ahí para ayudarle. Háblale siempre que puedas. Aunque parezca una tontería él te escucha. Utiliza un tono de voz suave y tranquilo acompañado de tu sonrisa. Puedes acariciarle o llevarle en brazos mientras lo haces.

Muéstrale el mundo a tu hijo mientras desarrolláis vuestra relación materno filial. Aprovecha estos primeros meses de su vida para compartir momentos de amor, cariño y protección hacia él. Cuando menos te des cuenta tu hijo habrá crecido y su base para seguir su desarrollo será siempre el amor que le entregues día a día.

Elena Rodríguez

Licenciada en Periodismo y Comunicación, llevo más de 3 años trabajando y redactando sobre temas de maternidad. Me considero una persona organizada, creativa, perfeccionista y amiga de las palabras, por lo que escribir es mi pasión y el mundo de la maternidad y la comunicación mi devoción.

Cuando un bebé llega a este mundo es una criatura pequeña y desvalida que solo tiene la protección de sus padres. En este caso, el vínculo afectivo con la madre es sumamente importante para su desarrollo una vez fuera del útero materno. Gracias a este amor y apego podrá crecer feliz y sano. Hoy vamos a enseñarte a cómo potenciar el vínculo madre e hijo.


HTeam1000 || Shutterstock

La importancia de fomentar el vínculo afectivo entre la madre y el recién nacido

Siempre se ha dicho que el amor es el motor que mueve el mundo. Y no podría ser más cierto. Un niño sin afecto podría llegar a morir. Esta es la razón por la que se insiste tanto a las madres en crear y mantener esa relación madre e hijo tan imprescindible. Tú eres la propia fuerza que necesita tu hijo para seguir creciendo.

Todo recién nacido lleva en sus genes establecer esta relación con su madre. Es la manera que tiene de sentirse protegido. Además, de la alimentación, el calor y la higiene tu hijo necesita de cariño y confianza. Esto es lo que se conoce como apego madre e hijo y es fundamental para su supervivencia.

Cómo desarrollar el vínculo afectivo entre madre y recién nacido

La verdad es que al igual que tu hijo lleva escrito en sus genes su necesidad por ti, tú como madre desde el embarazo llevas en los tuyos la protección y el cuidado hacia él. Es decir, tu instinto maternal. Para que este vínculo entre madre y bebé sea mucho más fuerte te aconsejamos que:

  • Mediante la haptonomía prenatal y las caricias puedes empezar crear el vínculo entre madre y hijo, ya desde el vientre puede sentirte y tú a él ¿por qué esperar?
  • Tu voz es seguramente el primer contacto que tendrá contigo, por ello hablar durante el embarazo conlleva una serie de beneficios para él que no puedes dejar pasar.
  • Tras el parto, no dejes de acariciar a tu bebé mirándole a los ojos y sonriendo. Esta es una manera de estrechar vuestros lazos y hacer sentir a tu hijo querido. Las caricias son una forma de comunicación que no solo transmiten amor sino también protección. Si a todo esto le añades una sonrisa tu bebé se sentirá relajado y tranquilo. Sobre todo, en los momentos más complicados para él. Debido a este vínculo, el recién nacido sólo quieres estar con la mamá y no con el padra, este reconoce su latido, su voz o incluso su olor.
  • Por otro lado, si miras atentamente a tu bebé durante las tomas de la lactancia materna, potenciarás aún más el vínculo afectivo entre madre y recién nacido.
  • Practica el colecho. Esta es una técnica que ayuda a unir lazos entre madre e hijo. Durante los primeros meses de vida tu hijo se sentirá desvalido. Hasta hace poco estaba calentito y protegido dentro de tu vientre. Pero ahora siente frío, hambre y hasta soledad. Duerme con él durante la lactancia materna y siempre que puedas hazle sentir que no está solo.
  • La importancia de los juegos con tu hijo. Este es un momento perfecto para que vuelvas a ser niña con tu bebé. Juega con él. Hazle carantoñas, cosquillas, bromas, juegos y no dejes de sonreír mientras lo haces. Además, de divertiros tu hijo aprenderá cosas nuevas cada día.
  • Un buen baño en compañía. Muchas madres optan por bañarse junto a sus bebés recién nacidos. Se trata de otra manera de potenciar ese vínculo afectivo entre madre e hijo que además reduce los primeros miedos de tu bebé.

Goran Bogicevic || Shutterstock

  • El papel de la empatía. Recuerda que aunque tu hijo no pueda hablar todavía necesita que le comprendas. La empatía es una manera de demostrarle a tu bebé que entiendes sus malos momentos y estás ahí para ayudarle. Háblale siempre que puedas. Aunque parezca una tontería él te escucha. Utiliza un tono de voz suave y tranquilo acompañado de tu sonrisa. Puedes acariciarle o llevarle en brazos mientras lo haces.

Muéstrale el mundo a tu hijo mientras desarrolláis vuestra relación materno filial. Aprovecha estos primeros meses de su vida para compartir momentos de amor, cariño y protección hacia él. Cuando menos te des cuenta tu hijo habrá crecido y su base para seguir su desarrollo será siempre el amor que le entregues día a día.

Bibliografía

WATERSON, Dr. A.J.R. (2015). La Biblia del cuidado de tu hijo. (Ana Guelbenzu de San Eustaquio; Pilar Alba Navarro; trad.). Barcelona, España: editorial Grijalbo. Edición actualizada. (Obra original publicada en 2009 en el Reino Unido por Carroll & Brown).

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Elena Rodríguez

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