El cansancio es uno de los inconvenientes que pueden impedirte disfrutar a tus gemelos mientras los cuidas a diario. Guarda energías suficientes y no dejes que el mal humor te domine. Si sincronizas sus horas de sueño también tú lograrás descansar.

Maneja caricias, toquecitos en la espalda o un baño con agua tibia para relajarlos, pero también para anticiparles el tiempo de irse a dormir. Las 6 u 8 semanas son ideales.

El acurruco empleado desde la época de nuestras abuelas ayuda a que se mantengan calientitos y seguros. Usa mantas ligeras o alguna cobija.

Los bebes se necesitan entre sí para conciliar el sueño. Colócalos en la cuna para que perciban el calor de sus cuerpecitos. Hazlo durante sus primeros 3 meses de vida, luego considera comprar otra cuna para que duerman por separado.

Siempre uno de los dos bebés es el más tranquilo. El consejo es atender al niño que está más quieto y no al llorón. Usualmente las madres se desesperan por callar al bebé irritado descuidando las necesidades del menos demandante. Opta por este último y recuerda que el llanto no se hace molesto entre los gemelos, ellos son imperturbables, aún estando en la misma cuna.