Las infecciones urinarias, en especial la cistitis, son frecuentes en el embarazo. Pero, puedes poner de tu parte para evitarlas. En concreto, la cistitis es el término médico que se emplea para definir a la inflamación dela vejiga, causada por una infección bacteriana y que suele ser un tanto dolorosa y molesta. Además, puede volverse un problema de salud grave si no se administra el tratamiento adecuado a tiempo. Por ello, te daremos algunos consejos sobre cómo prevenir la cistitis en el embarazo, a continuación.
Las estrategias, más bien hábitos, de los que hablaremos son muy sencillos. Te servirán para mantenerte saludable durante la gestación y después de ella:
¿Tienes el mal hábito de aguantar las ganas de orinar, en especial si estas fuera de casa? Entonces hay que empezar a cambiarlo. Cuando retienes por mucho tiempo en la orina en tu vejiga eres más propensa a sufrir colonización de bacterias, y, por ende, una infección. El orinar no solamente te ayuda a eliminar las toxinas de tu cuerpo sino también a barrer con las bacterias que normalmente se encuentran subiendo por tu uretra, algo normal por la posición anatómica.
Por eso es tan importante en la prevención de la cistitis tomar abundante agua e ir al baño regularmente. Con las micciones garantizas barrer con cualquier bacteria que pudiera estar subiendo desde la uretra hacia tu vejiga.
Aunque no lo creas, las relaciones sexuales durante el embarazo son uno de los factores que promueven la aparición de cistitis y otras infecciones urinarias. Con esto no decimos que practiques el celibato, pero, tienes que acostumbrarte a tener una buena higiene antes y después del acto.
Antes de las relaciones, orina (aunque no tengas ganas) y limpia tu zona genital (con agua y un jabón de pH neutro de preferencia). Anima a tu pareja a hacer lo mismo. Después del acto, sigue el mismo procedimiento.
Si estás embarazada y quieres evitar al máximo estás infecciones tendrás que usar algo un poco más holgado. Los pantalones muy ajustados y la ropa interior de materiales sintéticos, como la licra, promueven la humedad. El sudor normal de tus partes íntimas se mantiene concentrado con este tipo de ropa, dejando la zona genital húmeda. Esto es un caldo de cultivo para las bacterias y hongos.
Este mal hábito puede ocasionarte infecciones vaginales e infecciones urinarias. Recuerda que se obtiene este mismo efecto al portar por varias o horas el traje de baño mojado.
Ya hablábamos qué es importante tomar mucha agua para poder activar los riñones y orina más a menudo y así barrer con las bacterias. Otra estrategia para evitar la colonización de microorganismos es acidificar la orina.
Cuando la orina se encuentra ácida, es más difícil para estos organismos adherirse a las paredes de la uretra y por supuesto ir subiendo por el tracto urinario.
¿Cómo se logra esto? Estudios científicos muestran que consumir jugo de arándano provoca este efecto, y, por lo tanto, es un elemento protector. Si no eres alérgica esta fruta puedes probar incluirla en tu dieta durante el embarazo.
Seguramente más de una vez has visto las publicidades de los jabones para la zona íntima que mantiene el pH. Pero, ¿Funcionan? La respuesta es sí. La vulva y la vagina tienen por naturaleza un pH ácido, lo cual confiere protección contra microorganismos patógenos y mantiene la microflora normal. Al usar jabones que alcalinizan el área o que barren con la flora normal empezarás a estar desprotegida. Será más fácil para las bacterias patógenas iniciar la infección.
Es muy recomendable usar productos diseñados para la higiene íntima que conserven el pH para lavar el área.
Como puedes ver son muy sencillas las estrategias que te ayudarán a mantenerte sana y sin cistitis.
Las infecciones urinarias, en especial la cistitis, son frecuentes en el embarazo. Pero, puedes poner de tu parte para evitarlas. En concreto, la cistitis es el término médico que se emplea para definir a la inflamación dela vejiga, causada por una infección bacteriana y que suele ser un tanto dolorosa y molesta. Además, puede volverse un problema de salud grave si no se administra el tratamiento adecuado a tiempo. Por ello, te daremos algunos consejos sobre cómo prevenir la cistitis en el embarazo, a continuación.
Las estrategias, más bien hábitos, de los que hablaremos son muy sencillos. Te servirán para mantenerte saludable durante la gestación y después de ella:
¿Tienes el mal hábito de aguantar las ganas de orinar, en especial si estas fuera de casa? Entonces hay que empezar a cambiarlo. Cuando retienes por mucho tiempo en la orina en tu vejiga eres más propensa a sufrir colonización de bacterias, y, por ende, una infección. El orinar no solamente te ayuda a eliminar las toxinas de tu cuerpo sino también a barrer con las bacterias que normalmente se encuentran subiendo por tu uretra, algo normal por la posición anatómica.
Por eso es tan importante en la prevención de la cistitis tomar abundante agua e ir al baño regularmente. Con las micciones garantizas barrer con cualquier bacteria que pudiera estar subiendo desde la uretra hacia tu vejiga.
Aunque no lo creas, las relaciones sexuales durante el embarazo son uno de los factores que promueven la aparición de cistitis y otras infecciones urinarias. Con esto no decimos que practiques el celibato, pero, tienes que acostumbrarte a tener una buena higiene antes y después del acto.
Antes de las relaciones, orina (aunque no tengas ganas) y limpia tu zona genital (con agua y un jabón de pH neutro de preferencia). Anima a tu pareja a hacer lo mismo. Después del acto, sigue el mismo procedimiento.
Si estás embarazada y quieres evitar al máximo estás infecciones tendrás que usar algo un poco más holgado. Los pantalones muy ajustados y la ropa interior de materiales sintéticos, como la licra, promueven la humedad. El sudor normal de tus partes íntimas se mantiene concentrado con este tipo de ropa, dejando la zona genital húmeda. Esto es un caldo de cultivo para las bacterias y hongos.
Este mal hábito puede ocasionarte infecciones vaginales e infecciones urinarias. Recuerda que se obtiene este mismo efecto al portar por varias o horas el traje de baño mojado.
Ya hablábamos qué es importante tomar mucha agua para poder activar los riñones y orina más a menudo y así barrer con las bacterias. Otra estrategia para evitar la colonización de microorganismos es acidificar la orina.
Cuando la orina se encuentra ácida, es más difícil para estos organismos adherirse a las paredes de la uretra y por supuesto ir subiendo por el tracto urinario.
¿Cómo se logra esto? Estudios científicos muestran que consumir jugo de arándano provoca este efecto, y, por lo tanto, es un elemento protector. Si no eres alérgica esta fruta puedes probar incluirla en tu dieta durante el embarazo.
Seguramente más de una vez has visto las publicidades de los jabones para la zona íntima que mantiene el pH. Pero, ¿Funcionan? La respuesta es sí. La vulva y la vagina tienen por naturaleza un pH ácido, lo cual confiere protección contra microorganismos patógenos y mantiene la microflora normal. Al usar jabones que alcalinizan el área o que barren con la flora normal empezarás a estar desprotegida. Será más fácil para las bacterias patógenas iniciar la infección.
Es muy recomendable usar productos diseñados para la higiene íntima que conserven el pH para lavar el área.
Como puedes ver son muy sencillas las estrategias que te ayudarán a mantenerte sana y sin cistitis.
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