Al llegar al mundo, un bebé comienza poco a poco a tener todos sus sentidos activos, pero antes de nacer, es decir, en su etapa dentro del útero, la gran mayoría de esos sentidos se empiezan a poner en funcionamiento progresivamente, lo que permite que, al llegar al exterior, sea más liviana la sensación. Si quieres saber más sobre el desarrollo y la formación del bebé dentro del vientre materno, sigue leyendo, vamos a hablar de cómo se desarrolla el sentido del tacto del bebé dentro del útero, cómo va evolucionando antes del nacimiento.

¿Cómo se forma el sentido del tacto en el bebé?

Primero de todo antes de conocer algunos datos sobre el desarrollo del bebé, lo que debemos saber es que cada sentido se desarrolla a su propio ritmo. La vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto se experimentan en el útero como un mar de sensaciones para el feto y responde a los estímulos externos con ellos.

Para conocer cómo se desarrolla el sentido del tacto en el bebé, debemos saber que es, de entre los cinco existentes, el que primero se pone en funcionamiento.

Se ha comprobado que el bebé dentro del útero es capaz de recibir y percibir sensaciones táctiles desde el exterior y reaccionar cuando alguien intenta comunicarse con él a través de la tripa materna. Y en ello se basa la haptonomía durante el embarazo o el tacto afectivo que ayuda a estrechar e vínculo afectivo entre la madre y el niño.

El desarrollo del tacto en el bebé aparece en torno a las siete semanas de existencia en la mujer, en una zona muy concreta: alrededor de la boca del feto. Tras esta aparición, y en las dos semanas posteriores, esta región primaria se irá extendiendo progresivamente al resto de cara, pasando después a las palmas de las manos y al tórax finalmente.

Encontrándonos en la semana 11 del embarazo el sentido del tacto llegará a las plantas de los pies y a sus genitales, que son una de las partes que tendrán más sensibilidad. Pasada una semana, es decir, en la duodécima semana se amplía la zona táctil a toda la superficie del cuerpo, menos la espalda y la coronilla.

Finalmente, en la mitad de la gestación, es decir aproximadamente en la semana 20 del embarazo encontramos que la zona táctil está en toda la piel del feto y que las mucosas reaccionan plenamente ante la estimulación con el tacto.

¿Qué partes toca el feto en el útero?

Esta semana puede sonar muy ambigua, pero lo cierto es que, al desarrollar el sentido del tacto, el bebé, en el interior de la barriga de su madre, comienza a tocar zonas para experimentar este sentido que está desarrollando.

Cuando toca algo que no espera, el bebé tiende a alejarse de ello, sobre todo de las paredes el útero. Cuando roza algo con los pies, igual, reacciona alejándose y doblando los dedos y subiendo las rodillas por inercia.

Cuando llegamos al tercer trimestre del embarazo, ya el feto es más propenso a tocar su propia anatomía. Si se toca la cara con las manos se acaricia lentamente, o abre la boca y se chupa el dedo.

Además, a través de algunos receptores cutáneos en el embarazo, el futuro bebé también siente las variaciones de temperatura producidas en el útero y las vibraciones cuando, por ejemplo, la madre va en un autobús.

Tacto y… ¿dolor?

Un estudio realizado por la Universidad de California en EE.UU ha demostrado que, el feto, hasta el tercer trimestre del embarazo, no es capaz de percibir sensaciones dolorosas en su cuerpo.

Esto se debe a que la percepción del dolor se genera cuando todas las conexiones neurológicas están desarrolladas por completo, y esto solo ocurre en la semana 29 de embarazo. Según los investigadores de este estudio, antes de este momento el feto no siente dolor real, aunque realiza un movimiento reflejo ante un estímulo doloroso.