Sabemos que los síntomas de un embarazo psicológico son similares a los de un embarazo normal. Las mujeres que tienen un embarazo utópico pueden experimentar debido a este trastorno psicológico: náuseas matutinas, vómitos, aumento de peso e, incluso, modificaciones en las glándulas mamarias. Cambios derivados de los trastornos neuroendocrinos, dado que existen desajustes endocrinos que parecen jugar un papel importante en estos síntomas. Entonces, ¿cómo diferenciar un embarazo psicológico de uno real? ¿Es posible saber que no es un embarazo psicológico sin necesidad de practicar una ecografía o una prueba de embarazo en sangre? ¿Cómo se detecta un embarazo psicológico? Te desvelamos la respuesta a continuación.

Cómo distinguir un embarazo psicológico de uno real

Para identificar un embarazo psicológico, lo primero que hay que hacer es someterse a un test de embarazo y, a continuación, acudir al médico para que nos realice una analítica de sangre y, más adelante, una ecografía en la que pueda visualizar el interior del útero y escuchar el posible latido fetal. Además, podemos distinguir un embarazo psicológico de uno real observando cualquiera de las siguientes opciones:

• Hormona hGC: las mujeres embarazadas de verdad producen una hormona llamada Gonadotropina Corionica (hCG) que solo puede detectarse con una prueba de embarazo en sangre. Gracias a los análisis de sangre, el médico puede medir la presencia de esta hormona y confirmar o descartar el embarazo.
• Vientre de la embarazada: en general, durante el embarazo el vientre de la mujer crece y hace que el agujero del ombligo "desaparezca". Este signo tan particular no se observa en una mujer con embarazo psicológico.
• Medicamentos: ciertos fármacos, como los que inhiben la producción de dopamina, pueden causar los síntomas más comunes del embarazo, de manera que la mujer podría confundirse, especialmente si ha mantenido relaciones sexuales sin protección y piensa que está embarazada.