Algunas veces, surgen complicaciones que requieren de una ayuda extra para que el parto llegue a buen término. Este es el caso del uso de fórceps o ventosa. Seguro que ante estos términos te surgen dudas como ¿qué es mejor un parto con fórceps o ventosa?. Generalmente el uso lo decidirá tu especialista, sin embargo, debes estar informada sobre los tipos de partos y los utensilios que se usan para ayudar en el nacimiento del bebé.

¿Qué es el mejor el uso de fórceps o ventosa obstétrica?

En lo que se conoce como el parto vaginal asistido o parto instrumentado se utilizan una serie de herramientas obstétricas que facilitan la fase de expulsión, amplía estos dos conceptos y conoce más sobre los tipos de parto vaginal asistido para la elaboración del plan de parto:

• Un parto vaginal con fórceps es aquel en el que el médico se ayuda de un par de pinzas quirúrgicas que son introducidas en la vagina de la madre para sujetar la cabeza del bebé. El uso de los fórceps en el parto permiten la flexión cefálica, la tracción y la rotación. Es recomendable usar fórceps si la edad gestacional está entre las 34 y las 36 semanas.
• Un parto vaginal con ventosa se realiza por medio de una ventosa con aspiración que se coloca en la cabeza del bebé. Mediante un sistema de vacío se procede a ayudar al bebé a salir por la vagina de la madre. Esta técnica permite la flexión cefálica y la tracción. Pero ¿qué es mejor un parto con fórceps o con ventosa obstétrica?

De todas maneras, has de saber que cuando tanto el uso de la ventosa como del fórceps es el adecuado y está bien indicado por tu médico, estas herramientas no suelen provocar daños permanentes en el bebé. Aunque hayas visto imágenes en las que los pequeños aparecen un poco deformados, no te preocupes. Los nervios faciales del bebé se recuperan con el tiempo y a las pocas semanas el aspecto del pequeño es totalmente normal.

Los riesgos del parto vaginal asistido son mayores que los de un parto sin asistir, los partos vaginales asistidos tras el embarazo tienen un mayor riesgo de desgarros en la vagina, cuello uterino, perineo y esfínter anal, aunque este riesgo es menor en el parto con ventosas que en el asistido con fórceps. Los desgarros suelen necesitar algún punto de sutura, que tarda algunas semanas en cicatrizar.