Durante tu estado de gestación podrás ver varias veces a tu bebé, sus movimientos y sus gestos. Una de ellas será a la ecografía de la semana 22 en el embarazo. Esta es conocida como la ecografía morfológica y gracias a ella descubrirás cosas sorprendentes de tu hijo.

Una primera toma de contacto con tu futuro bebé de la mano de la tecnología es muy curioso, pero a la vez es emocionante y muy revelador.

Si todavía te encuentras en el primer trimestre y quieres ampliar la información de las pruebas médicas continúa leyendo las nociones más básicas de las ecografías y conviértete en una experta.

Ecografías durante el embarazo

El seguimiento del estado de tu bebé será realizado desde la semana 11 de tu embarazo y hasta la semana 32 ó 36 del embarazo.

Aunque al principio no lo veas claro, pronto sabrás cómo interpretar una ecografía y conocerás la silueta de tu pequeño y sus gestos.

Prepárate para seguir paso a paso el desarrollo de tu recién nacido.

1. Primera ecografía (semana 11-14): con esta ecografía dela semana 12 se calcula el tiempo que se lleva de embarazo, el número de embriones e incluso se pueden llegar a detectar anomalías del feto.
2. Segunda ecografía (semana 18-22): gracias a la ecografía morfológica podrás conocer mejor la forma y el peso del feto. La ecografía de la semana 22 en el embarazo es una de las más importantes, ya es lo suficientemente grande, porque ya tiene desarrollados prácticamente todos sus órganos y sistemas. Otra de las razones es que existe una buena cantidad de líquido amniótico, imprescindible para poder realizar una valoración adecuada. Lo más seguro es que si el bebé lo permite, en la eco que te realizará tu especialista entre la semana 18 y 22 del embarazo podrás conocer el sexo de tu futuro hijo.
3. Tercera ecografía (semana 32-36): en esta última visita al ginecólogo se analiza la posición del feto dentro del útero de cara al nacimiento. Además, se valora el crecimiento, así como el bienestar fetal. También se investigan las anomalías de aparición tardía.

En el siguiente link te dejamos una guía completa para entender y saber cómo interpretar una ecografía.

22 semanas de embarazo y los movimientos del bebé

¡Qué emoción! Llega uno de los momentos más esperados de tu embarazo. La segunda ecografía.

Durante la semana 22 de embarazo descubrirás muchos de sus movimientos favoritos, tu bebé mide unos 25 centímetros y pesa alrededor de 400 gramos.

En ese momento podrás ver cómo se distinguen algunos rasgos de la carita de tu pequeño.

Este es un periodo muy especial porque seguro que empezarás a notar cómo tu hijo se mueve dentro de ti.

Es más que recomendable empezar a estrechar el vínculo con el bebé. Ponle música, háblale, acaricia tu tripita y verás la forma en que va respondiendo a cada estímulo. ¡Es sorprendente!

A partir de esta ecografía podrás escuchar los latidos de tu hijo sin necesidad de ir al ginecólogo.

Lo puedes hacer en casa mediante un estetoscopio, aunque puede que no siempre seas capaz de escuchar ese sonido tan deseado.

No te obsesiones demasiado. Recuerda que no es lo mismo la tecnología médica que la que puedes tener tú en casa.

El desarrollo de las emociones

Otro aspecto importante de esta etapa del embarazo es que tu pequeño está empezando a desarrollar sus emociones.

En dichas semanas, el sistema límbico está en pleno desarrollo; esta estructura del cerebro será la encargada de controlar las emociones y los sentimientos.

El feto puede reír o llorar y hasta enfadarse dentro del útero. Son sentimientos iniciales, emociones simples asociadas a cambios del estado de ánimo del feto.

Por este motivo, es fundamental que empieces a hacer sentir a tu bebé un vínculo cercano contigo y con el entorno que le espera.

Con la ecografía de la semana 22 de embarazo descubrirás un mundo increíble que te acercará mucho más a tu hijo. Te sentirás mucho más pesada y, tal vez, por ello, tengas problemas para conciliar el sueño.

No obstante, ya estás en la cumbre de tu estado de gestación y pronto, sin darte casi cuenta, tendrás a tu peque en los brazos. Solo te queda una ecografía más. ¡Ánimo!