Las ecografías 3D permiten ver al futuro bebé dentro del útero en tres dimensiones, y además con gran nitidez y precisión. Casi permiten captar hasta las expresiones del feto. Forma parte de las pruebas del embarazo y es muy reveladora.

Las ecografías 3D muestran volúmenes del feto y son complementarias a las ecografías 2D, en tanto que detectan aproximadamente el 85% de las malformaciones que tengan que ver con la morfología. Este tipo de ecografía se emplea en ginecología desde finales de los años 80 y, a partir de entonces, ha revolucionado el campo del diagnóstico por imagen, especialmente en el embarazo, ya que permite obtener con una resolución y nitidez espectaculares imágenes del feto en tres dimensiones.

¿Cuándo hacer una ecografía 3D?

Al igual que las ecografías 4d, puedes hacerte una ecografía 3D en cualquier momento del embarazo, aunque eso sí, los resultados serán diferentes dependiendo de la semana que estés gestando. Con las ecografías 3D podrás obtener una imagen estática tridimensional del feto, en foto. Será a partir de la semana 16 cuando podáis ver con claridad su cabeza, su cuerpo y sus extremidades, incluso ya podría apreciarse el sexo del bebé.

El médico podrá captar varias imágenes o fotogramas de la ecografía 3D e imprimirlos para que tanto tú como tu pareja podáis llevaros un recuerdo emocionante de este momento.