Alguna vez habremos leído noticias o escuchado casos de bebés que nacen en lugares poco usuales como en un taxi o en una sala de espera. A la madre no le da tiempo a llegar a la sala de partos antes de que el feto sale de su interior. Pensamos que podría sucedernos a nosotras, y nos asustamos. Son casos poco frecuentes, aunque posibles, y es lo que se conoce como parto precipitado. ¿Quieres saber en qué consiste, las causas y los síntomas del parto precipitado? En este post te contamos todo lo referente y resolvemos tus dudas.

Este tipo de partos, a diferencia de los normales, los tiempos suelen ser mucho más rápidos. Un parto usual suele tener tres partes, es decir, la dilatación, la expulsión y el alumbramiento. Los tres etapas del parto suelen durar aproximadamente 12 horas, a veces 6 o dilatarse hasta las 18 horas.

En un parto precipitado la duración total de todo el proceso dura alrededor de 3 horas o aún menos.

Síntomas del parto rápido o precipitado

Para que un parto se produzca de esta forma entran en juego diferentes factores. Suelen estar condicionados por unas contracciones más fuertes de lo normal en el embarazo, un bebé más pequeño o menor resistencia del cuello del útero.

Para que una mujer tenga un parto precipitado las causas pasarán por alguna de estas vías, aunque no principalmente cumpliendo estas circunstancias se terminará de la misma forma. Los síntomas del parto precipitado también pueden ser las siguientes:

• Intensas contracciones al inicio del parto, siendo el tiempo entre ellas muy reducido y no da tiempo a recuperarse de ellas cuando ya viene la siguiente.
• Otro síntoma es la sensación de presión y empuje sin esperarlo, el bebé comienza a hacer presión como si quisiese salir solo.
• Por otro lado, también podremos sentir dolor continuo como si fuese una contracción prolongada que no acaba nunca.

Riesgos del parto precipitado

No se puede prever de ningún modo que va a suceder el parto precipitado hasta que no ocurre. Lo único que se puede reconocer poco antes de suceder es por una agitación emocional continua.

La mujer al padecer este tipo de partos, si es su primer embarazo, sobre todo, puede perder el control pues es una situación que no espera para nada. Además, si llega a ser un alumbramiento asistido por médicos, también puede complicarse porque al ser tan cortos los tiempos de cada etapa del parto, no podrán resolverlas de forma idónea.

Así pues, podemos derivar en una situación de descontrol total que puede perjudicar tanto la salud de la madre como la del bebé en muchas ocasiones.

Otro riesgo del parto precipitado a tener en cuenta es que cuando esto ocurre, a lo mejor la mujer no llega a saber que se trata de un parto precipitado y no reacciona hasta que ya es demasiado tarde y no puede llegar a un centro médico para ser tratada.

Puede que necesite ser asistida en cualquier espacio de la calle, en una casa o en un centro que ella no planificó con un médico que no es el suyo.

Además, se pueden presentar complicaciones como asfixia perinatal, traumatismo craneal en el feto, sufrir una infección el feto porque el lugar donde nace no está esterilizado, riesgo de desgarramiento en la madre, posible hemorragia vaginal o uterina, caída del bebé o aumento del tiempo de recuperación.