Siempre hemos recalcado la importancia que tiene disfrutar de un embarazo tranquilo y saludable. El estrés no solo afecta al estado anímico de la madre, sino también al buen desarrollo del bebé. Los sustos durante el embarazo pueden alterar esa tranquilidad llegando a causar un estado de angustia. Hoy vamos a hablarte de por qué evitar los sobresaltos en el embarazo.

¿Cómo afectan los sustos en el embarazo?

Asustar se entiende como un acto gracioso o una broma donde se genera una impresión abrupta en la persona objeto de la broma. Del mismo modo ocurre cuando tenemos que notificar un acontecimiento preocupante. Las malas noticias y los sustos alteran el ritmo cardíaco y ponen al organismo en un estado de alerta.

Esto implica aumentar el nivel de estrés del cuerpo en el embarazo para poder afrontar cualquier tipo de peligro. Dar un susto a una embarazada puede suponer una alteración grave de su estado de gestación. Como, por ejemplo, el adelanto del parto o el aborto.

¿Por qué se producen estas situaciones? Cuando a una mujer embarazada se la expone a una emoción fuerte o intensa, la angustia puede llegar a producir contracciones en el útero. Y es que las emociones durante el embarazo no solo afectan a la mujer, sino también al feto. No estamos hablando de malformaciones, sino más bien de trastornos de conducta.

Este tema resulta algo contradictorio por la falta de acuerdo entre los especialistas. Ciertos estudios aseguran que no existe conexión nerviosa entre la madre y el bebé durante todo el periodo de gestación. Esta sería una de las razones por los que los sustos y otras emociones no afectarían directamente al feto. Sin embargo, otros informes aseguran que el estrés y las situaciones preocupantes sí afectan al estado físico de la madre, provocando partos prematuros o abortos y, por tanto, afectan también al bebé.

Las emociones en el embarazo

Seguro que has escuchado muchos consejos para llevar un embarazo saludable. Una buena alimentación, buenos hábitos, etc. Sin embargo, poco se habla del papel de las emociones durante el embarazo. Algunos estudios concluyen que una alta exposición al estrés y la angustia continuada a lo largo del periodo de gestación puede desembocar en trastornos de conducta en el pequeño:

• Problemas de ansiedad infantil.
• TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
• Falta de concentración e irritabilidad.
• Nerviosismo y estrés infantil.
• Dificultades para el aprendizaje.

Estos estudios aseguran que las emociones experimentadas por la mujer embarazada liberan hormonas que llegan al bebé a través de la placenta. Estas señales pueden ser interpretadas por el bebé, por ejemplo, en el cambio del sabor del líquido amniótico. Asimismo, se dice que las emociones vividas por la madre quedan en la memoria del niño determinando su personalidad y comportamientos futuros.

En definitiva, algunos médicos aseguran que el feto es capaz de reconocer emociones tales como, tristeza, felicidad, estrés, angustia, etc.

Es perjudicial dar un susto a una mujer embarazada, debido a que el estrés y la angustia no son buenas para tu embarazo. Podrían suponer un parto prematuro e incluso un aborto. Para llevar un embarazo saludable lo mejor es que te mantengas alejado de todo aquello que te genere intranquilidad. Pide ayuda a familiares y amigos para no sobrecargarte con demasiadas tareas. Practica meditación y yoga siempre que tu médico te lo permita. Y sal a caminar para aliviar el estrés. Descansa y duerme siempre que te sea posible.

Procura llevar un embarazo tranquilo pensando siempre que es lo mejor para ti y para tu bebé. No sabemos a ciencia cierta si tus emociones pueden afectar a la manera de ser de tu futuro hijo, pero lo que sí sabemos es que su bienestar dentro del vientre materno depende de tu tranquilidad.