Subir de peso a lo largo del embarazo es algo normal. No obstante, es importante controlar los kilos que se cogen para cuidar de la salud tanto de la embarazada como del feto. El aumento de peso en el embarazo en condiciones normales suele oscilar entre 9 y 12 kilos, más peso puede repercutir en la salud del bebé. Pero ¿por qué engordar 12 kilos en el embarazo trae sus propias consecuencias? te explicamos todos los detalles a continuación, sigue leyendo.

Consecuencias de aumentar más de 12 kilos en el embarazo

Así como adelgazar o perder peso estando embarazada no es bueno, tampoco lo es coger demasiado peso. Engordar 12 kilos o más durante el embarazo puede ser peligroso. Lo habitual es que las mujeres en estado engorden entre 9 y 12 kilos. Sin embargo, hay mujeres que sobrepasan estas cifras favoreciendo la aparición complicaciones en el embarazo o de problemas de salud, tales como:

1. La diabetes gestacional: los niveles de azúcar en la sangre se descontrolan con la excesiva ganancia de peso. La diabetes gestacional aumenta la probabilidad de padecer diabetes en el futuro, así como la posibilidad de tener un parto complicado debido al tamaño del bebé, el cual podría producir también una hemorragia postparto.
2. Preeclampsia: la presión sanguínea también se eleva con el exceso de peso. Esto no es nada bueno para las mujeres embarazadas. Una presión arterial alta implicaría posibles complicaciones de leves a graves tanto para la madre como para el bebé. Algunos de ellos son los abortos espontáneos o los partos prematuros.
3. Fatiga: otra de las consecuencias de engordar más de 12 kilos estando embarazada es el aumento de líquido que sobrecarga el corazón produciendo en la madre una fatiga diaria. Por otro lado, las embarazadas con sobrepeso descansan peor. La falta de horas de sueño hace que se sientan cansadas la mayor parte del día.
4. Problemas circulatorios: aparición de varices, riesgo de padecer trombosis, hinchazón de las extremidades, hemorroides, etc.
5. Dolores musculares: el aumento de peso implica también una acentuación de la carga muscular y ósea que ha de soportar la mujer embarazada. Esto se traduce en dolores de espalda, piernas, dolores lumbares…
6. Aumento del riesgo de espina bífida en el bebé: la obesidad durante el embarazo duplica el riesgo de que el niño nazca con espina bífida. Un defecto congénito que se produce por un fallo en el desarrollo del tubo neural.
7. Peor seguimiento del desarrollo del feto: la grasa acumulada en el abdomen de la madre impide una mala determinación y medida del feto.
8. Aumento de la posibilidad de un parto por cesárea: los bebés de madres con sobrepeso suelen ser más grandes. Su tamaño impide el descenso del niño por el canal del parto haciendo necesario una intervención por cesárea.
9. Un postparto más largo: el aumento excesivo durante el embarazo hace que la recuperación postparto sea más lenta. Es decir, las madres tardan más tiempo en volver a recuperar su peso ideal.

Cómo controlar tu peso durante el embarazo

El propio médico será el encargado de ir anotando tu ganancia de kilos mes a mes. En el caso de que este aumento de peso sea demasiado elevado el especialista debería poner medidas.

No olvides nunca que una dieta equilibrada es la base imprescindible para un embarazo saludable. Olvídate de tener que comer por dos. Estamos hablando de calidad de los alimentos más que de cantidad. Bebe mucha agua, haz ejercicio, evita el estrés, descansa lo necesario y evita aquellos productos que no sean sanos.

Llevar un embarazo saludable y sin complicaciones depende en gran parte de ti. No descuides tu dieta y controla tus cambios de peso de manera adecuada. Estarás evitando así problemas innecesarios tanto para ti como para tu hijo.