Sabemos que entre el embarazo y la nicotina no existe una sana relación, por eso ahora que deberás dejar el cigarrillo empieza por lo principal, conversa con tu médico sobre tu problema y pide la ayuda de tus familiares para  dejar de fumar lo antes posible.

Con tu médico necesitas ser lo más sincera posible. Coméntale, desde la cantidad de cigarros que fumas diariamente, hasta la ansiedad tan angustiante que te sobresalta cuando no puedes hacerlo. Solo siendo totalmente honesta con este profesional, lograrás iniciar prontamente el tratamiento más apropiado.

Pero además de tu  médico, tus seres queridos, también te ayudarán a lograrlo. Charla con ellos desde el inicio de tu embarazo para que eviten fumar en tu presencia (ya sean fumadores frecuentes u ocasionales), asimismo, comunícate con alguna amiga(a) que haya dejado el cigarro y que desee de compartir contigo como fue su proceso. Ánimo,  tu bebé merece el sacrificio.