El comportamiento sexual del hombre en el embarazo suele variar en cada individuo quienes responden de una manera diferente, pero podemos identificar patrones, factores y condiciones a los que se ven sometidos que son muy similares. Los cambios durante el embrazo afectan al hombre también, generalmente se estudia la respuesta sexual de la mujer en el embrazo, dejando a un lado como es la del hombre.

¿Cómo afecta el embarazo el comportamiento sexual del hombre?

No cabe duda que este ámbito es un aspecto muy importante en el hombre y en la mujer, y el embarazo no debe de representar un problema para ello ni un factor que restringa este tipo de actividad. Lo primero que tienes que tener claro es que mantener relaciones sexuales en el embarazo es completamente seguro a menos que exista una contraindicación como tal.

En el sexo durante el primer trimestre del embarazo, se comienza a percibir los primeros cambios en al sexualidad del hombre, producto de los síntomas del embarazo.  La mujer durante los primeros meses de su gestación sentirá nauseas, vómitos, y fatiga, esto disminuirá su libido y rechazará los avances sexuales de su pareja.

Es común que el deseo sexual disminuya durante el primer trimestre, la madre se queje por sentir calambres o dolor de espalda después de practicar el amor, además la sensibilidad en las mamas, la congestión pélvica, el crecimiento del vientre y las alteraciones hormonales, afectan negativamente el deseo sexual femenino.

Durante el segundo trimestre la situación cambia un poco, los síntomas tienden a mejorar y el deseo de la mujer se dispara. En este momento se puede disfrutar de una relación sexual plena, pero algunos hombres llegan a sentirse incómodos.

Puede presentarse la dispareunia, que es dolor al tener practicar el amor, que puede deberse a infecciones urinarias, problemas de lubricación, aumento de la presión en el abdomen, o molestia debido a que el pene hace contacto con el cuello uterino.

El vientre que cada vez crece más y sentir los movimientos fetales, suelen ser dos causas que generan ansiedad en el hombre a la hora de tener sexo, ya que teme hacerles daño durante la actividad. Además los cambios emocionales de su pareja pueden afectar negativamente la relación.

Durante el tercer trimestre, el deseo puede mantenerse o disminuir, dependiendo de cómo lo aborde la pareja esta etapa. Algunas madres se sienten poco atractivas para sus parejas, lo que genera inseguridades, el sexo se torna incómodo y la dispareunia se convierte en algo frecuente.

Algunos hombres se incomodan por los movimientos del feto, además de percibirlo como un tercero en la relación, y el miedo a lastimarlo o desencadenar un trabajo de parto prematuro, estas ideas conllevan a que este ámbito de la vida se disminuya en esta etapa. Pero, indudablemente hay parejas que logran supera esto y pueden mantener relaciones sexuales durante el embarazo sin problemas.

¿Puede el embarazo aumentar el deseo sexual en el hombre?

El comportamiento del hombre durante el embrazo, no suele ser el mismo, pero se han presentado casos donde algunos hombres experimentan un aumento en su deseo sexual. Por una parte aumenta su confianza al ver que han logrado embarazar a su pareja.

También los cambios físicos experimentados por su pareja durante el embarazo, el crecimiento del vientre y los senos, estimula la libido del hombre, encontrándola más atractiva.

¿Por qué puede disminuir el deseo sexual en el hombre durante el embrazo?

El comportamiento sexual masculino, también puede verse afectado negativamente durante el embrazo. La mujer embarazada, debido a los síntomas del embrazo, puede mostrarse no receptiva ante los avances de su pareja, lo que afecta la vida sexual de su pareja.

Por otra parte, existen hombres o parejas quienes no encuentran atractivo el cuerpo de sus mujeres embarazadas, esto genera disminución del deseo sexual y la frecuencia con la que se practica.

El miedo hacer daño tanto al bebé como a su pareja, es otra causa por la que algunos hombres prefieren no tener sexo con su pareja durante el embarazo, esto no representa un problema para la gestación, siempre y cuando no exista contraindicación medica que lo prohíba.

El estrés de la futura paternidad y la llegada del bebé también suele afectar la vida sexual de los padres, quienes no dejan de pensar en las responsabilidades, dejando a un lado la parte sexual.