El ser humano está compuesto por una serie de órganos que conforman su cuerpo. La piel es el más grande y el que más trabaja por protegernos de los agentes externos del día a día. Además, la piel o dermis nos permite sentir el tacto propio o de otras personas y sentir el frío, calor, como se siente un objeto o material, además de ayudarnos a que nuestro cuerpo se regule en cuanto a la temperatura a través de la sudoración. Por ello, muchos expertos señalan los principales beneficios del contacto piel con piel tras el parto y durante el posparto, repásalos en profundidad.
Al ser madres, tras el embarazo y haber tenido a nuestro hijo recientemente, la importancia de la piel cobra aún más sentido. Aunque se crea un mito propio de madres embarazadas o remedios de antaño, lo cierto es que, para mejorar en salud, tanto del bebé como de la madre, el contacto piel con piel es realmente beneficioso.
Incluso para embarazadas que han tenido a su hijo con un contacto piel con piel en cesárea, la forma con la que nos comunicaremos cuando nazca el bebé también ayudará en muchos aspectos.
Si ya dentro de la barriga, la conexión que comenzamos a sentir con nuestro bebé es mágica, al dar a luz, el sentimiento se intensifica. No solo por el hecho de poder tocar a tu bebé, sino por la importancia que tiene para él el hecho de estar en contacto contigo.
Además de darle calor con nuestro tacto piel con piel tras el parto, igualmente que ocurre en el contacto piel con piel con el padre, estar junto a tu bebé ayuda a que se sienta protegido, más seguro y, si se encuentra cerca del pecho, escuchar los latidos del corazón tal y como los escuchaba dentro de ti.
Además de estos beneficios del contacto piel con piel tras el parto, existen otras que harán que tu bebé tenga un desarrollo más correcto en sus primeros días/semanas de vida:
Tan importante es estar cerca de tu bebé que ni tan siquiera sabes todos los beneficios que tiene, simplemente te limitas a estar con él, y eso le ayuda, de manera natural, a que identifique tu olor, que le hará sentirte en todo momento y crear un vínculo afectivo especial que durará para siempre.
Mantener un contacto piel con piel con el bebé hará que se regule su frecuencia respiratoria, su temperatura y su frecuencia cardíaca. Además, calmará la ansiedad y el estrés que puede sentir al notarse fuera del vientre, su entorno hasta entonces natural.
Si mantenemos una comunicación constante con nuestro bebé, le hará que busque, de manera instintiva, nuestro pezón. Esto llevará a que se inicie la lactancia materna de manera precoz y se pueda alimentar de calostro, con múltiples ventajas para él.
Además, añadido a estos beneficios encontramos el hecho de que, mantener un contacto piel con piel con el bebé, ayuda a mejorar sus habilidades ejecutivas y cognitivas para que su desarrollo en meses y años próximos sea más óptimo.
Después de haber conocido todas las ventajas de mantener un contacto continuo con el bebé tras el parto, debemos saber que, para bebés prematuros, no se establece de igual forma.
El contacto piel con piel con prematuros, al necesitar ser atendidos primeramente en la Unidad de Cuidados Intensivos, se realiza de otra manera, es decir, siendo la madre la que busque al bebé e intente que se mantenga levemente ese contacto hasta que esté en óptimas condiciones para vivir sin ayuda tecnológica.
Por ello, ese contacto leve le ayudará, según numerosos estudios, a que favorezca la maduración de su sistema nervioso, su llanto se vea reducido, lo que le hará que esté menos estresado; incrementará su peso notoriamente y, con unas leves caricias, activaremos sus estímulos hormonales.
El ser humano está compuesto por una serie de órganos que conforman su cuerpo. La piel es el más grande y el que más trabaja por protegernos de los agentes externos del día a día. Además, la piel o dermis nos permite sentir el tacto propio o de otras personas y sentir el frío, calor, como se siente un objeto o material, además de ayudarnos a que nuestro cuerpo se regule en cuanto a la temperatura a través de la sudoración. Por ello, muchos expertos señalan los principales beneficios del contacto piel con piel tras el parto y durante el posparto, repásalos en profundidad.
Al ser madres, tras el embarazo y haber tenido a nuestro hijo recientemente, la importancia de la piel cobra aún más sentido. Aunque se crea un mito propio de madres embarazadas o remedios de antaño, lo cierto es que, para mejorar en salud, tanto del bebé como de la madre, el contacto piel con piel es realmente beneficioso.
Incluso para embarazadas que han tenido a su hijo con un contacto piel con piel en cesárea, la forma con la que nos comunicaremos cuando nazca el bebé también ayudará en muchos aspectos.
Si ya dentro de la barriga, la conexión que comenzamos a sentir con nuestro bebé es mágica, al dar a luz, el sentimiento se intensifica. No solo por el hecho de poder tocar a tu bebé, sino por la importancia que tiene para él el hecho de estar en contacto contigo.
Además de darle calor con nuestro tacto piel con piel tras el parto, igualmente que ocurre en el contacto piel con piel con el padre, estar junto a tu bebé ayuda a que se sienta protegido, más seguro y, si se encuentra cerca del pecho, escuchar los latidos del corazón tal y como los escuchaba dentro de ti.
Además de estos beneficios del contacto piel con piel tras el parto, existen otras que harán que tu bebé tenga un desarrollo más correcto en sus primeros días/semanas de vida:
Tan importante es estar cerca de tu bebé que ni tan siquiera sabes todos los beneficios que tiene, simplemente te limitas a estar con él, y eso le ayuda, de manera natural, a que identifique tu olor, que le hará sentirte en todo momento y crear un vínculo afectivo especial que durará para siempre.
Mantener un contacto piel con piel con el bebé hará que se regule su frecuencia respiratoria, su temperatura y su frecuencia cardíaca. Además, calmará la ansiedad y el estrés que puede sentir al notarse fuera del vientre, su entorno hasta entonces natural.
Si mantenemos una comunicación constante con nuestro bebé, le hará que busque, de manera instintiva, nuestro pezón. Esto llevará a que se inicie la lactancia materna de manera precoz y se pueda alimentar de calostro, con múltiples ventajas para él.
Además, añadido a estos beneficios encontramos el hecho de que, mantener un contacto piel con piel con el bebé, ayuda a mejorar sus habilidades ejecutivas y cognitivas para que su desarrollo en meses y años próximos sea más óptimo.
Después de haber conocido todas las ventajas de mantener un contacto continuo con el bebé tras el parto, debemos saber que, para bebés prematuros, no se establece de igual forma.
El contacto piel con piel con prematuros, al necesitar ser atendidos primeramente en la Unidad de Cuidados Intensivos, se realiza de otra manera, es decir, siendo la madre la que busque al bebé e intente que se mantenga levemente ese contacto hasta que esté en óptimas condiciones para vivir sin ayuda tecnológica.
Por ello, ese contacto leve le ayudará, según numerosos estudios, a que favorezca la maduración de su sistema nervioso, su llanto se vea reducido, lo que le hará que esté menos estresado; incrementará su peso notoriamente y, con unas leves caricias, activaremos sus estímulos hormonales.
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